Wednesday, April 28, 2010

La falacia de "La Mayoría Silente" y su anti-democracia

(Doy permiso para difundir el artículo por todos los medios posibles).

En los pasados días ha surgido un grupo de estudiantes opuesto a las huelgas y los paros que desea asumir un rol central en el debate público. El grupo llamado "La Mayoría Silente" desea fungir como mediador entre los huelguistas y la administración de la Universidad de Puerto Rico. Sin embargo, su propuesta se ve impedida por varias razones de las cuales esbozaré tres en este artículo: porque la figura de un mediador debe ser una neutral, porque no hay forma de determinar la postura del que calla y porque su acción transgrede el proceso democrático realizado en cada recinto en paro.
(Continúa...)



Por definición un mediador es una persona (o grupo de personas) neutral que no se beneficia ni está parcializado hacia una de las partes. La Mayoría Silente está parcializada en oposición al paro y así lo demuestran los comentarios de sus "fans" en Facebook. Además, ¿cómo alguien que desea ofrecerse como mediador no se comunica con los estudiantes en huelga y solo busca presencia mediática con el presidente José de la Torre? ¿Será porque el Presidente está parcializado hacia esa "mayoría"? Me parece que su comentario, luego de reunirse con el grupo, rebela bien su posicionamiento: "Fue un gran privilegio para mí poder reunirme con este sector de la comunidad universitaria, quienes representan a la gran mayoría del estudiantado". Pensaba que la representación se ganaba por elecciones para el consejo y por votación en Asamblea General, ahora la administración y este grupo conspiran para revertir el proceso democrático por medio de su juego mediático.

Otro aspecto igualmente problemático de La Mayoría Silente es que, por definición, su postura es totalmente excluyente. Si concediéramos la posibilidad de que exista tal cosa como una "mayoría silente", entonces necesariamente debemos concluir que no hay forma de conocer o identificar cuál es su posición en torno a cualquier asunto ya que su silencio le impide expresarse a favor, en contra o en abstención de cualquier posicionamiento en un debate. Este grupo de La Mayoría Silente se autoproclama portavoz del silencio de otros y con esta acción acalla aún más a aquellas voces que apoyan un paro, pero que por sus circunstancias personales no pueden asistir al mismo. Estas voces en silencio son las que nos han traído comida, agua y otros víveres; son los que nos envían mensajes de texto declarando su apoyo total; y son los estudiantes que trabajan fuera de la UPR porque no tienen beca o el dinero de la beca no les da para vivir y que el gobernador Luis Fortuño ignoró y La Mayoría Silente silenció.

Los paros y las huelgas en los recintos de la UPR han sido decretados por medio de asambleas masivamente concurridas. El proceso democrático en los variados recintos de la UPR se lleva a cabo, entre otras formas, mediante la participación directa del proceso deliberativo de la asamblea. En esa reunión masiva, todo estudiante con alguna preocupación y propuesta puede expresarse de forma abierta. Cada postura se considera y se debate. Finalmente, se vota por cada propuesta sugerida y acogida por el pleno (todos los estudiantes presentes). En el Recinto de Río Piedras, así como en el de Utuado, Arecibo, Carolina, Humacao, Utuado, Ponce y Cayey, el estudiantado eligió el paro o la huelga como mecanismos de presión para forzar a la Junta de Síndicos a negociar. Mediante el proceso democrático se eligieron estas acciones y ahora La Mayoría Silente, el gobierno y la administración de la UPR no quieren respetar y acatar el sentimiento mayoritario del estudiantado. No se puede abogar por la democracia solo cuando están de acuerdo con uno, ser democráticos conlleva respetar la diferencia y la voluntad expresada de las mayorías.

Aquella marea azul que azotó el país no puede hacer más que retroceder como el curso natural de las cosas. Ahora se abre camino un tsunami multicolor y diverso, repleto de juventud, que irrumpe la fortificación de arena de los que están en el poder con sus ideas transformadoras y la fuerza de un sueño de una educación pública de dignidad para multitudes futuras.

Cierro, de forma inusual, con una cita de un artículo anterior: "Las mayorías silentes son imaginarios políticos para quienes les gusta hablar por los demás, nosotros - los que tenemos voz - hacemos vibrar nuestras cuerdas vocales con lo que pensamos, lo que deseamos y lo que proponemos. Nuestra voz se nutre, no de esa "mayoría silente", sino de la mayoría reverberante de los con voz".



Imagen: "¡Que vivan los estudiantes!", imagen para el Concierto del 28 de abril de 2010.

9 comments:

  1. En Alguna Asamblea de la UPI se le ha dejado hablar a la personas que estan en contra de una huelga o de la posicion de la FUPI o del consejo de estudiantes??? La asistencia a estas asambleas por parte de las personas opuestas al paro y a la huelga es minima ya que con las BONCONERIAS de los revolucionarios que van a estar en contra hasta de que regalen la matricula no los deja expresarse sienten intimidados y no asisten. Las Votaciones a huelga y al paro deberian hacerse mediante votacion que represente a un porciento grande del estudiantado y no solamente a los que asisten a la asamblea.. En la asamblea se deberia determinar el dia de la votacion y anunciarse para que se haga de una forma verdaderamente democratica.De esta manera si se garantiza la libertad de expresion de todos y no de solamente un grupo. Por que no llevan a cabo a votacion privada como en las elecciones generales y contabilizan los votos entre todos los grupos asi tendria un resultado claro y preciso de lo que de verdad quiere el estudiantado..

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  2. Gracias por tus comentarios y tus muy sugerentes preguntas.

    Las elecciones para elegir un candidato son una cosa muy distinta a la votacion de una asamblea por lo que la comparacion no es valida. En unas elecciones se postulan unos candidatos para algun puesto en el cual representara a el electorado. Una asamblea es un espacio deliberativo y participativo en el cual todos los asistentes tienen la plena libertad de hacer sus planteamientos. En ese sentido es mucho mas democratico porque nadie representa a otro sino que cada cual se representa a si mismo.

    Si difieres de las decisiones de una asamblea debes participar de esos procesos participativos de una manera proactiva y no solo aparecer post facto para quejarte de algo por lo que nunca te ocupaste antes (no me refiero a ti sino a tantos otros que solo gritan de forma reactiva nunca proactiva). Ademas, el problema con las votaciones electronicas es que pueden fomentar la disminucion de la participacion porque para que ir a la asamblea, informarte y escuchar y participar del debate si puedes votar desde tu casa sin ejercer tu derecho a participar proactivamente. Me parece que el debate de la votacion en linea la debemos tener, pero con calma y con amplia participacion de todos los sectores - no porque la impongan desde presidencia o rectoria (de arriba hacia abajo como imposicion). La verdadera democracia es aquella en la que la gente participa, colabora y debate proactiva y directamente.

    La encuesta que realiza la rectora interna es impuesta sin participacion de los organismos representativos del estudiantado. Peor aun, es una encuesta totalmente anti-democratica porque los estudiantes que residen en resicampus y los que se encuentran participando del paro no tienen internet porque la rectora nos mando a tumbar la conexion. Que de las voces de ellos? Obviamente ellos votarian a favor de continuar la huelga, pero la rectora interina les dificulta su participacion. Ademas, personas egresadas del recinto pueden votar a pesar de no ser estudiantes activos. Si la votacion no es transparente y no tiene observadores neutrales, definitivamente no podemos confiar en sus resultados.

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  3. Hay muchos problemas prácticos que dificultan el uso de las asambleas estudiantiles como espacios democráticos:

    1. Si bien la asamblea es un por definición un espacio deliberativo, no es el espacio ideal para que haya representación directa de una mayoría a la hora de tomar desiciones, sino que ha podido verse que mientras más asistencia, mayores dificultades logísticas, de modo que en la práctiva se favorece la poca participación. No sorprende que haya rechazo de parte de aquellos menos familiarizados o identificados con los asuntos que se discuten. No sorprende tampoco que haya habido quejas sobre el manejo del tiempo, y sobre la validez del conteo de los votos, como en el caso de Mayaguez.

    2. Debería escogerse el mecanismo que asegure la mayor participación posible de los implicados ya que el deber de persuadir recae en quien propone la idea y el derecho al voto en una democracia es independiente de la cantidad de información que posea el elector. Ya en el pasado se usaron esas excusas para excluir a muchos grupos. No debemos reproducir esos argumentos.

    3. El ambiente cargado y el espacio más característico de un espectáculo, con sus aplausos y consignas, favorece en extremo las expresiones de aquellos que ya se han formado una idea sobre los que desean informarse, ya que los primeros, acapararán el espacio con sus estridencias y cargarán el ambiente emocional del evento para obstaculizar cualquier expresión moderada o divergente.

    Por estas razones y otras favorezco el modo de consulta que empíricamente ofrezca voz y voto al mayor número de implicados. Eso, entiendo, es la democracia.

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  4. El modelo de democracia participativa que se ha desarrollado en las diversas facultades es el de reuniones semanales y bisemanales en las que se discuten los multiples asuntos que afectan los departamentos. Ademas, se organizan actividades academicas y practicas para un dialogo pandisciplinario. De esta manera transformamos los espacios universitarios para el debate continuo.

    La asamblea general tiene, ciertamente, muchos de los asuntos a los que apuntas. Sin embargo, obvias todos estos procesos de democracia directa que he mencionado. Al fin y al cabo la democracia no es el voto sino la accion directa del debate, el cuestionamiento critico, el reto a las estructuras del poder y la participacion (el voto es una de las multiples formas de participacion).

    Yo creo que el debate en torno a la votacion electronica, que deduzco es a lo que sugieres aunque no eres para nada especifico, debe llevarse de forma amplia por cada facultad.

    Disculpen la falta de acentos, lo redacte desde el movil.

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  5. La culminación del cualquier debate democrático que requiera una acción en representación de la totalidad de un grupo es un voto. Todo diálogo, organización y debate previo son la preparación para ese evento, así funcionan las asambleas también, ¿no?. Solo pienso que hay que garantizar la participación del máximo de los implicados.

    Este debate en torno a la legitimidad de los procesos se ampara, tal como dices, en grupos de ideas opuestos que afirman que cuentan con el apoyo de la mayoría. Pienso que el debate sería más saludable si la evidencia de quien cuenta con tal apoyo fuera lo más clara posible.

    El voto electrónico, implementado transparentemente y supervisado por todos puede hacer evolucionar el asunto positivamente y forzar tanto a unos como a otros a probar sus puntos en vez de ampararse en mayorías abstractas.

    Supongo que la primera consulta, electrónica o no, donde puedan votar la totalidad los estudiantes, después de muchas reuniones, debate y democracia participativa, debe ser para construir procesos que garanticen el intercambio de ideas en un ambiente menos cargado de ideología.

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  6. Este proceso operacional de la asamblea no es una frivolidad, como mencionó el Sr. Chaar-López, sino que tiene sus orígenes en la práctica democrática de nuestra tradición grecolatina. Hasta una búsqueda rápida por wikipedia nos revela que dicho método va acorde con el sistema democrático de participación directa. Según se menciona, bajo ese sistema democrático cada uno de sus integrantes es considerado en igualdad de poder para expresar sus puntos, iniciativas y propuestas. Entonces es menester preguntarnos, si esta mayoría silente comprende la mayoría del estudiantado como aseguran, ¿Cómo es posible que se lograra la aprobación para la huelga o manifestación en diversos recintos de la Universidad de Puerto Rico?, ¿Cómo pudo ser silenciada hasta el punto como se afirma de ser discriminada de su derecho al estudio?

    Después de considerar sus ideas, tanto el bloggero como el anónimo han dado en el clavo de quiénes conforman esta mayoría silente, que como el Sr. Chaar-López menciona, socava mediáticamente los justos reclamos del movimiento. En un intento por definir a este sector, llego a la hipótesis de que, en su mayoría, comprenden a la población estudiantil que no está presente para ejercer su voto. Pero no necesariamente porque se sienta intimidada por los grupos revolucionarios. La mayoría silente comprende de aquellos estudiantes que prefieren irse de pasadía cuando se convoca una asamblea u otros que se encuentran trabajando; y no necesariamente el que este trabajando indica que esta en oposición. También se encuentran aquellos que prefieren aprovechar el tiempo en asignaturas pendientes o en trámites personales al parecer de mayor envergadura. Otra partida la componen aquellos estudiantes que son indiferentes a todo el asunto universitario o a involucrarse en revolúces estudiantiles. Aquí si podríamos encontrar posiblemente a los intimidados por cuentos de camino. Además, ¡admitámoslo!, están aquellos estudiantes que no aguantan el largo proceso de mociones y enmiendas o los que ceden su voto porque desean tomarse un "breakecito" de las faenas académicas; y no necesariamente porque han sido seducidos a reaccionar al ritmo de la batucada. Porque ninguno de los estudiantes al llegar a la asamblea es "un papel en blanco" que se escribe a base de presión, consignas y pleneras. Todos tienen resistencia/receptividad la cual puede cambiar durante la experiencia del evento, pero el cambio, es por conciencia ganancial o por sincronía con los ideales. En cualquiera de los casos, al llegar el momento de efectuar la votación, lo único que tienen que hacer es levantar su papelito en contra/a favor y su voto se cuenta; y si son realmente la mayoría ganan la contienda. Por último, pero no por ello menos, están los que sí estuvieron y soportaron la asamblea pero el proceso democrático de votación no falló a su favor, es decir, son la minoría.

    Esta mayoría silente tiene bajo el sistema democrático la opción de no formar parte del proceso eleccionario. Pero no olvidemos, que el abstenernos no nos exime de las obligaciones que después tenemos que asumir al respecto. Al no participar, por las razones que sea, y sin pasar juicio sobre ellas, los estudiantes/votantes le otorgan el poder de decisión a los demás integrantes activos en el proceso. Por ello, debería preocuparnos que el gobernador siente un precedente anti-democrático al ofrece sus recursos para poner fin a la manifestación estudiantil. Sus enunciados hace que nos preguntémos: ¿Los derechos de la mayoría silente superan a los que siguieron el proceso democrático de votación?, ¿No es la política de este país determinada a partir del grupo mayoritario como resultado de unas elecciones?. La respuestas a estas preguntas se encuentran implícitamente en la resolución de la corte a favor del movimiento estudiantil.

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  7. La "Tradición grecolatina" consideraba ciudadanos con derecho a sufragio a un grupo minoritario de la población: los hombres con propiedades, no inmigrantes, no esclavos, no mujeres. Eso también lo dice wikipedia. Bajo un sistema fundamentado en la exclusión es fácil mantener los números manejables. Tal vez la estructura de vitoreos alternados con abucheos, sospechosamente inclinados hacia la extrema izquierda, que caracteriza las asambleas estudiantiles sea parte de una estrategia conciente de ciertos grupos de interés para mantener los números manejables y ahuyentar a los que "no aguantan el largo proceso de mociones y enmiendas" o que se decepcionan porque sus ideas no son escuchadas, tal vez no.
    Una votación del total de la matrícula puede ayudar a arrojar luz sobre esto. Sea como sea, creo que se debe fomentar una mayor participación de los estudiantes, simultáneamente mediante orientación en todos los puntos en discusión y mejores mecanismos que les permitan unirse a los debates y votar en las decisiones, porque al fin y al cabo no estamos en la Atenas de Pericles, gracias a las Moiras.

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  8. Noto la necesidad de la contradicción en la actividad política. Por ejemplo, el grupo(s) que defiende la huelga (sin definir sus objetivos claramente) utiliza los discursos de la democracia, la mayoría simple de las asambleas estudiantiles y el derecho rogado de quien se atreve a manifestar "lo que piensa" (el arte político y la creatividad). Este mismo grupo(s) minimiza la influencia de los abucheos y vitoreos en las asambleas como mecanismos de coacción e intimidación (y no persuasión). Al mismo tiempo reclama el retiro de la Unidad de Operaciones Tácticas (Fuerza de Choque) porque opera como un mecanismo de coacción e intimidación. Además, necesita aludir a la Política de No Confrontación y a la vez renunciar a ella porque le impide presionar efectivamente. A veces toman el portón de seguridad del Recinto de Río Piedras y a veces no. La primera asamblea de estudiantes (del 13 de abril de 2010) fue necesaria para obtener el voto de huelga, mientras que la asamblea del 13 de mayo de 2010 representa un acto de traición contra el movimiento estudiantil. La opinión pública expuesta en los medios de comunicación tradicionales es legítima cuando glorifican a los estudiantes en huelga, pero es pro Administración cuando es contraria. Los consejos generales de estudiantes no tienen el apoyo de los estudiantes en huelga (según se aprobó en algunas asambleas de estudiantes; por ejemplo, en el Recinto de Mayagüez), pero son necesarios para dar legitimidad a los comités negociadores y para que se convocaran las asambleas generales que iniciaron las huelgas. Es aceptable participar desde “afuera” de los portones si eres de los que llevan agua, comida y prestan servicios, pero si no estás a favor de la táctica huelga no eres significativo y por no ser parte de la llamada “mayoría simple votante en asamblea” no eres activo. La actividad cibernética (los blogs, los mensajes, los comentarios y otras formas) es aceptable como modo activo de participar, pero no te da la legitimidad que da el asistir a una asamblea, y menos la legitimidad que da el ser parte del equipo ganador en la votación. También es necesario ser diversos y creativos, y a la vez repetir consignas, estribillos, camisetas, símbolos, citas, tácticas y otras formas de repetir momentos y eventos anteriores. Hay que negociar asuntos estudiantiles, pero no se deben aclarar y formular de modo explícito y libre de interpretaciones difusas. Se debe agradecer a los sindicatos y a otros grupos externos por su apoyo y a la vez permitir que sus agendas sean prioritarias. La participación del grupo(s) diverso puede incluir actividades, roles y funciones diversas (como limpiar, desnudarse, performear, cantar, gritar, votar, correr bicicleta, cultivar y cosechar, entre otros trabajos), pero no debe interferir con las agendas escondidas, con los agentes externos y no se debe cuestionar ni retirar el voto de confianza al comité “élite” de negociación. Utilizar discursos del terror, como anunciar que la fuerza de choque entrará (aunque no sea cierto), es aceptable, pero no es justo que la Administración haga lo mismo. Contradecirse en discursos y acciones es aceptable, siempre y cuando sea por la causa y la lucha justa, innombrable, pero existente. Y si esto no convence, entonces se debe apelar al discurso de la diversidad y ampararse en la multiplicidad de objetivos; no importa lo que pase, nada es predecible, hay que ser amorfo, líquido, gaseoso, fluido, pero a la vez ser capaz de luchar por lo justo y democrático, aunque no lo definas y aunque sea ambiguo. Lo que importa es actuar, manifestarse, ser diferente, único y responder a una moral que sea el pos de cualquier cosa y de cualquier efeméride anterior, aunque se parezca.

    Luis J. Del Valle Torres

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  9. Continuación del comentario anterior...

    ...Lo igual no debe considerarse idéntico, por lo tanto se debe celebrar la identidad de este movimiento(s). No se trata de ser adulado todo el tiempo, ni de mantener una huelga indefinida, ni de rescatar terrenos (al estilo de las villas del sol y sin miedo), tampoco de vivir otro festival Marisol o Woodstock, menos de los disneyland y las comunas o tribus creadas, ni de sustituir los consejos de facultad por comités de acción en defensa de la educación pública que hablen a nombre de todos los estudiantes; lo que importa es la unidad en la diversidad de esta ecología social que hoy ilustra al mundo un nuevo modo de vivir. El periódico El Nuevo Día lo entendió muy bien y por ello coloca las noticias sobre la huelga en la sección de Calidad de Vida. La moral mediática que celebra la creatividad y la pasividad (paz) de este movimiento(s) activo es un ejemplo de estos cambios en los modos de operar políticamente. Los discursos de paz hacen falta, acompañados de acciones que parecen violentas (como las del Sheratton), pero que realmente son actividades creativas de expresión pública que no pretenden alterar la paz de otros. No se debe hacer responsable al grupo(s) por el subgrupo(s) que decidió bajar y subir banderas, pues en la diversidad está la riqueza. Hay que reconocer los errores que se cometen sin dejar de luchar al lado de los que te hacen quedar mal. Después de todo, lo que importa es la intención, el movimiento aleatorio y creativo que impulsa a otro mundo posible, a un mundo mejor, a un mundo que aún no se conoce. Armados de significantes vacíos y esperanzados van como un grupo(s) diverso por el derecho a educarse gratuitamente, y con ironía se educan (gratuitamente) en el proceso y producen significados que nutren sus esperanzas. De este modo la contradicción y la ironía producen esa gran arma retórica que es la paradoja.

    Luis J. Del Valle Torres

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