Wednesday, May 26, 2010

¿Cuál es la cátedra del movimiento estudiantil?

Cumplido un mes y una semana desde que comenzó la huelga, parece que a muchas personas se les está olvidando cuál fue la "cátedra" que hemos impartido los estudiantes. Los agentes del Estado continúan con su discurso monótono y anacrónico de la Guerra Fría: esta huelga es de "minorías", "izquierdas", "independentistas", "agentes desestabilizadores", "revoltosos", "barbús" y "vagos", etc. Al fondo escucho la voz temblorosa y torpe de Carlos Romero Barceló, mientras que en primer plano veo a la gente que vivió las décadas de 1970 y 1980 alterarse ante el semblante del ex-gobernador. De momento, peligra lo aprendido, aquella cátedra que tanto aplaudieron ahora parece que ocupará otro espacio marginal de la memoria. Con este artículo, me propongo luchar contra la amnesia y fijar, más allá de la narrativa periodística, cuál(es) ha(n) sido la(s) cátedra(s) del movimiento estudiantil: la articulación de un discurso conciliatorio y amplio, la organización de una resistencia de bases, la redefinición de la acción política y el uso creativo de medios alternativos (redes sociales, blogs, radios digitales). (Continúa leyendo...)



El actual movimiento estudiantil está constituido, a diferencia de lo que proclaman algunos, por una multitud y no un pueblo. En breves palabras, la distinción entre estos conceptos puede ser iluminadora. La multitud o multitudo fue originalmente propuesta por el filósofo holandés, Baruch Spinoza, para denotar una pluralidad que persiste como tal en la escena pública, en la acción colectiva, en el tratamiento de los asuntos comunales sin converger en un "Uno" (en una singularidad). El concepto de pueblo fue propuesto por Thomas Hobbes y se encuentra íntimamente vinculado a la existencia de un Estado, es la reverberación y el reflejo del Estado (Paolo Virno). Si hablamos de pueblo, entonces aludimos a una voluntad, a una singularidad que le ha entregado sus derechos naturales a un soberano (cuerpo político: Rey, parlamento, gobierno) y que se deja dominar políticamente por éste. Al contrario de esta dominación política, la multitud resiste la autoridad política al no constituirse como figura jurídica: sus resistencias no buscan, necesariamente, la legitimidad del Estado sino el reconocimiento de pares y del público. La multitud defiende la pluralidad de las experiencias, las formas de una democracia no-representativa (participativa) y de usos y costumbres no dictados por el Estado (Virno).


Propongo que este movimiento estudiantil es una multitud porque, a pesar de que se puede hablar de "un" movimiento, se trata de unas pluralidades que persisten como tal en su acción colectiva y en la escena pública. Tomemos, por ejemplo, al recinto de Río Piedras y la organización de los portones por facultad(es). Los estudiantes de la Escuela de Derecho organizan acciones desde las coordenadas de lo legal/justo, mientras que los estudiantes de Humanidades subrayan la importancia de lo simbólico (la pintura, la literatura, la historia, la filosofía, etc). Los humanistas pintamos murales con discursos sobre participación y democracia, los futuros togados argumentan en los tribunales sobre el derecho a libre reunión y expresión.


Resulta importante destacar, entonces, que este movimiento es de multitudes porque eso apunta a la diversidad misma del colectivo. Es por esto que al Estado se le ha hecho difícil encasillarnos como "comunistas" o "revoltosos" porque nosotros somos una multiplicidad. Podríamos, incluso, decir que nuestra identidad es líquida, mutable o escurridiza y aunque se intente "moldearnos" en una cosa, inmediatamente asumimos otras formas.


La organización de un movimiento de multitudes no sería posible sin la participación de amplios sectores poblacionales. Para lograr esto se crearon comités por facultad y, así mismo, éstos facilitaron el debate político que se manifiesta en la actual huelga estudiantil. En la formación de multitudes no hay voces de liderazgo, sino voces de colaboración. Por lo tanto, no vale de nada atacar a los "líderes" estudiantiles porque ellos no "dirigen" una masa o un grupo de reses. Una de las fortalezas de este movimiento y que deberían aprender otros movimientos sociales (sindicales, comunitarios y civiles) es que a la gente no se le dice qué hacer sino son ellos los que dictan la praxis política por medio de la discusión abierta y continua. (Véase el artículo "La democracia participativa y los medios alternativos en la Huelga Creativa" para un análisis un poco más profundo sobre el tema).


La acción política ya no se limita a un piquete o una marcha, hasta la huelga ya no es lo mismo. La multitud estudiantil ha apuntado a cómo la acción política se puede encontrar en la creación de murales o medios alternativos de debate (blogs, radios digitales). El performance de la Fuerza de Payasos subraya las posibilidades de ser contestatario y de retar al poder por medio de la estética, el chiste y la creatividad (como en la "marcha" dentro de Plaza las Américas). No digo que este movimiento haya sido el creador de estos tipos de acción, sino que ha resaltado las posibilidades.


Esa capacidad de constituirnos como un movimiento de multitudes no la podemos perder. La meta común y el discurso conciliatorio de una educación pública superior digna y de calidad no debe ser sustituido por relatos de independencia, establecimiento de una dictadura del proletariado, la regulación del capitalismo salvaje, la reforma de un ELA (Estado Libre Asociado) mejorado o la lucha contra el hambre mundial. El movimiento estudiantil ha sido sumamente astuto al romper con la monotonía discursiva en nuestro país y no debemos dejar que individuos/colectivos saquen partido de nuestros esfuerzos. Para mostrar la solidaridad no es necesario reorientar el discurso que los estudiantes hemos construido. 


Pero, lo interesante es que hasta figuras como Carlos Romero Barceló, Marcos Rodríguez-Ema y Thomas Rivera Schatz quieren sacar puntos políticos de la huelga convirtiéndola en un asunto más de la politiquería. Aquí es donde debemos continuar siendo cautelosos. No nos dejemos desorientar por el partidismo retrógrado y por las ansiedades de una Guerra Fría tropical que no quiere morir.


Mantengamos nuestra polivocalidad discursiva sin miedo a afirmar que nuestra huelga es política porque reta las actuales relaciones de poder en nuestra universidad y sociedad. Continuemos con un discurso inclusivo, amplio, conciliatorio y distinto. Al fin y al cabo nosotros no somos un movimiento de pueblo que busca tomar el poder, somos una multitud que busca transformar los espacios de participación y que desea reivindicar la pluralidad de las experiencias por medio de la organización de bases, la acción directa y la creación de nuevos sitios de debate - esa es la cátedra del movimiento estudiantil.


Para otra lectura de estas dinámicas véase: Javier Román. "Carta abierta al movimiento estudiantil o cuidao con la misma mierda". La acera.com.


Imagen: Ricardo Alcaraz. 20 de mayo de 2010.

28 comments:

  1. Muy bien por los estudiantes... Su inteligencia es mas grande que muchos que gobiernan este pais. Hay que apoyar nuestro futuro.

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  2. Excelente!!! Loved it. Gracias por la cátedra.

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  3. De El Principito:

    "Mirad, en la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearlas, y las soluciones vienen".

    Jóvenes que orgullosa me siento de ustedes. Gracias por estar presente, Espero que mis hijos lleguen a contar con catedráticos como ustedes. ¡Que Vivan Los Estudiantes!

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  4. Uuuuuufff!!! que peste de artículo....gracias Iván!!

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  5. Excelente! Muy fino!

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  6. Me encantó, muy bueno!

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  7. Lo absurdo de la huelga es que al CERRAR el acceso a la universidad dejan fuera de la "multitud" a miles de sujetos (estudiantes y profesores) que de otra manera y por otras vías podín formar parte de este proceso.

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  8. Al anónimo que propuso que cerrar el acceso deja afuera a otros que podrían participar del proceso:

    Tu premisa parte de la idea de que cuando cerramos los portones buscamos dejar afuera a todos. Además, asumes que nosotros controlamos los portones lo cual no es cierto ya que desde alrededor de las 10:30am del 21 de abril los portones los controla la Policía de Puerto Rico.

    Si lees mis otros artículos podrás ver que "el proceso" no sucede solamente adentro porque hay una relación simbiótica entre el adentro y el afuera en esta huelga. Hay debates por Facebook, email y mensajes de texto, mucha gente participa como lo quiere: llevando comida, escribiendo poemas, llevando "performances" a los portones, montando un curso, brincando la verja y hablando con los estudiantes adentro de los recintos, etc. Ese portón tiene una porosidad muy importante que viabiliza que la huelga se continúe y se interrelacione con procesos sociales más amplios "afuera".

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  9. Considero importante evaluar si la pluralidad y la polifonía de voces, además de las diversas actividades que se realizaron durante la huelga de la UPR (2010), ocurren de modo independiente a la huelga misma. Aclarar que la huelga es una táctica y no, necesariamente, una estrategia o fin, es importante si se quiere evitar caer en la trampa de las dicotomías entre un adentro y un afuera, los buenos y los malos, los barbudos vs. los capitalistas, los huelguistas vs. los silentes (contrahuelguistas), los a favor y los en contra, entre otras relaciones de igual orden. No sólo los partidos y los sindicatos operan con una lógica dicótoma, también lo hacen varias organizaciones estudiantiles y personas naturales. La participación, cooptación y "apropiación" de las actividades y productos creativos de los estudiantes por parte de los partidos y los sindicatos no es algo novedoso. Incluso, varios miembros del comité negociador de Río Piedras y organizaciones como la OSI, el MAS y la UJS contribuyeron en adelantar las agendas de los sindicatos. Los grupos formados ad hoc pueden manejarse con mayor fluidez, pero no logran librarse de la fuerza de la experiencia de otras personas y organizaciones. Si examinamos la huelga suspendiendo la actividad romántica y la seducción mediática, además de nuestras formas de optimismo, podremos notar o percibir que los cooptadores estuvieron en todo el proceso; esto incluye antes de la huelga y en la planificación y financiación de varias actividades. La pluralidad puede acontecer y hacerse manifiesta como metáfora de democracia, diversidad, posmodernidad, nuevas tecnologías, creatividad, entre otras formas, pero no garantiza ni tiene que hacer viable el que se logren ciertos objetivos. La defensa de la descripción de un movimiento pluralista es que sus objetivos pueden ser diversos; por lo tanto, no se deben evaluar sus acciones como exitosas o fracasadas. Así quedamos sin las macroidentidades como Pueblo, Estudiantes, Nación, u otras, y las sustituimos por personas, grupos, subjetividades, comunidades, mundos posibles, y toda contingencia.

    Luis J. Del Valle Torres

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  10. Yo no parto de la premisa a la que tú aludes. No creo que la intención sea dejar "afuera a todos", pero la realidad es, repito,que MILES (que no son todos, no cambies el sentido) se quedan afuera. Pienso, me imagino, que de esos MILES, muchos podrían integrarse al proceso de transformación de la UPR si estuviesen "adentro" y más allá de los debates y actividades a los que aludes. Pienso, me imagino, que el movimiento de transformación pudiera ser muchísimo más fuerte con las puertas abierta. ¿Cómo se puede plantear cerrar el sitio idóneo para el debate? Lo siento, pero no lo entiendo.

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  11. Anónimo sobre el "afuera": Corregiste, con razón, que dijiste "miles" y no "todos". Sin embargo no contestaste que "asumes que nosotros controlamos los portones lo cual no es cierto ya que desde alrededor de las 10:30am del 21 de abril los portones los controla la Policía de Puerto Rico".

    Por otro lado, el proceso de la huelga es uno - evidentemente no es la finalidad para muchos de nosotros - y no debe asumirse como la única forma de transformar la universidad. La porosidad a la que aludo hubiera sido mayor si la policía no prohibiera el paso, por eso es que hemos comenzado a asistir a otros espacios urbanos para convertirlos en sitios de debate y reflexión. En ese sentido, esos "miles" a los que aludes se "quedaron afuera". Valdría la pena cuestionarse si cuando los portones estuvieron abiertos participaron de las actividades (pintatas, performances, ocupaciones, reuniones semanales) que se llevaron a cabo para debatir sobre la transformación universitaria. Espero que, aunque "afuera" y con la opción de brincar por cualquier boquete de la verja, los miles que mencionas participen como lo has hecho tú en este post y en otros tipos de discusión.

    Toda discusión sobre la apertura de los portones debe tomar en consideración las metas (concretas y simbólicas) de la huelga y no en un vacío contextual-significativo.

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  12. Luis, no estoy de acuerdo con que debamos abandonar la evaluación crítica de nuestras acciones y que dejemos de utilizar los calificativos de "exitoso" o "fracasado". Primero, porque al evaluar las estrategias pautadas por la multitud podremos analizar si han logrado abrir espacios de democracia participativa, por ejemplo. Si sus acciones llevaron a una contracción de los espacios participativos entonces se debe cuestionar qué asuntos condujeron a ese desenlace. En ese sentido la valoración, nunca de forma despectiva sino desde las coordenadas del respeto, nos orienta hacia las rutas efectivas e imaginadas de la transformación. Segundo, no encuentro conexión entre el "éxito" o el "fracaso" con las macroidentidades, ni con la línea argumentativa que desarrollo en el artículo.

    Lo que encuentra provocador del concepto de "multitud" es que, precisamente, es una macroidentidad constituida por una multiplicidad de identidades; la multitud es una pluralidad de sujetos y, como tal, constituye su propia subjetividad.

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  13. Si esta multitud es una pluralidad de sujetos y constituye una subjetividad, entonces es responsable por sus acciones; lo que implica que aquellos que bajaron la bandera, que alteraron la paz en el Hotel Sheratton, que tomaron el portón de seguridad, que llevan las agendas de agentes externos, que realizan actos vandálicos en el Recinto de Río Piedras (por ejemplo: colocar pupitres como barricadas), entre otros ejemplos, son parte de esa subjetividad o "multitud" y, si hay consistencia conceptual, son la subjetividad misma expresándose.

    El éxito y el fracaso de un "movimiento" que se conceptúa como plural y que no aclara sus fines y objetivos es difícil de trazar, pues es como un cheque en blanco que cada cual llena con las cantidades o peticiones que quiera. No es claro lo que se negociará, ni se divulga el proceso de negociación efectivamente y de modo transparente. Hay una petición de transparencia y de que se "abran los libros", pero los negociadores de ambas partes no aclaran, ocultan sus agendas y piden votos de confianza (o fe ciega). A lo que me refiero por macroidentidades como los estudiantes o el Pueblo es a que son sustituidas por conceptos como multitud y subjetividad plural en los cuales no están incluidos "todos" (el parámetro, la población), pero hay una muestra de algunos. Hay muestras de atletas a favor de la huelga y muestras en contra, y otras muestras con otras posiciones. Las muestras de diversas subjetividades que componen esa otra subjetividad plural tienen sus intereses que no tienen que coincidir. Lo que une no es ser estudiantes, sino ser parte de una subjetividad pluralista que incluye muestras que se manifiestan y adelantan sus intereses a nombre de "todos" (por ejemplo: a nombre de los estudiantes). Sin embargo, Iván, parece que para ti esta subjetividad o multitud habla a nombre de sí misma como subjetividad o multitud enredada en sus propias redes. Por lo tanto, debe –aunque no está obligada– ser responsable y autocrítica en todo el proceso. Lo curioso es que con que exista tu blog y algún otro foro cibernético se logra manejar un “control damage” que higieniza y de algún modo representa a esa subjetividad plural de la que formas parte. Poco importa si el comité negociador, las asambleas estudiantiles y otros foros no son tan abiertos y porosos.

    Luis J. Del Valle Torres

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  14. La cuestión técnica de quien controla los portones la interpreto como una manera fácil de rehuir la responsabilidad de las implicaciones de lo que tú mismo llamas una "huelga". Para resolver esta cuestión te hago una pregunta: si los policías no estuviesen en los portones ¿tendríamos acceso todos los que queremos mantener el recinto abierto y sin controles de "vigilantes" haciendo listas?

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  15. Anónimo, si hubieras estado en los portones y hubieras visto las imágenes de las primeras horas del paro no tendrías que hacer esa pregunta. Si hubieses querido asistir o entrar para debatir "adentro", lo hubieses podido hacer.

    Luis, los teóricos que defendemos el concepto de multitud proponemos rebasar las tentaciones maníqueas/dialécticas y causales. Lo que propones es analizar la multitud desde las coordenadas de cualquier subjetividad singular. Además, privilegias la narrativa estatal por medio de concepciones criminalistas como el "bandalismo" y la multitud responde a otra lógicas más allá del Estado y la autoridad. Te recomiendo "Multitude" de Hardt y Negri, el libro de Virno que utilizo y los documentos de Autonomia para explorar esas ansiedades intelectuales que tienes. Creo que vale la pena reflexionar sobre la ética en una multitud, es un reto.

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  16. ¿Y hubiese tenido que pedir permiso? Me parece que, además, estableces un límite ya que de acuerdo a tu respuesta solo se entra a "debatir". De donde se deduce que no se permite entrar para otras posibles actividades que son propias del medio universitario. ¿De dónde sacas la idea deque no me he acercado a los portones? ¿Eres un vigilante?

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  17. Creo que estás buscando una quinta pata del gato porque, vuelvo, si hubieras querido ir - evidentemente no lo querías hacer porque no lo hiciste -, sabrías que no tenías que "pedir permiso". Es una cuestión lógica que sabrías por experiencia. Dije que podías entrar a debatir, pero podrías entrar a bailar, cantar, pintar, dormir, escribir, leer y una infinitud de verbos más.

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  18. Good Night and Good Luck

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  19. No propongo analizar la multitud desde las coordenadas de cualquier subjetividad singular, mas bien percibo que eres tu quien lo hace. Hablas de la multitud como si fuera una persona natural o subjetividad singular que se manifiesta. Sin embargo, en otros instantes tratas a la multitud como una subjetividad compuesta de subjetividades que divergen. Por otra parte, el problema con abandonar lo que llamas concepciones criminalistas y logicas del Estado y la autoridad es que se justifica toda accion, aunque sea autodestructiva o contradictoria (como recurrir al engano para convencer a otros "pares": por ejemplo, el comite negociador (Giovanni Roberto) presento en la asamblea del 13 de mayo a los comites en defensa de la educacion como si fueran consejos de estudiantes de facultad y como si realizaran asambleas en las que se convoca a toda la facultad). El ejemplo de las sillas que fungen como barricadas muestra una accion que puede nombrarse como bandalismo, no desde la logica del Estado, sino desde la logica de quienes participamos del proceso huelgario y desde la logica de cualquier estudiante usuario de este mobiliario. Ser responsable y consistente no me hace autoritario, en cambio manipular, mentir, intimidar, destruir mobiliario, entre otras acciones no son consistentes con las "novedosas tacticas" pacifistas y creativas (esteticas emotivas) que tanto se citan en los medios corporativos y que tanto se celebraron durante lo que va de huelga. Si no te parece que el termino bandalismo es apropiado, podriamos llegar a un acuerdo y producir un eufemismo que sirva como "control damage" y desinfectante. Tal vez solo deba celebrar toda accion, pues parece que todo vale. Lo contradictorio se presenta como paradojico. Las acciones no democraticas (por ejemplo: dificultar que se hagan asambleas de estudiantes) valen. Sin embargo, se opera con un discurso de victimas oprimidas por un Estado antidemocratico. No son ansiedades intelectuales, pues me afectan, y a otros, de modo material, intelectual, emotivo, cotidiano y de otros modos. No son caprichos, pues no soy de los que participa de la huelga para janguear y celebrar lo que llaman juventud.

    Luis J. Del Valle Torres

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  20. Estoy de acuerdo contigo en que se debe reflexionar sobre la etica en una multitud y la etica de una multitud. Mis "ansiedades intelectuales" responden a la necesidad de ciertos acuerdos, aunque sean tacitos. El principio implicito del "todo vale" debe cuestionarse. No entiendo la necesidad de justificarlo todo. Parece que la actividad politica tuviera por necesidad que operar de modo sectario. Todo el que se interponga en el camino debe ser demonizado (como traidor, pro administracion, PNP, "capitalista", silente, anti huelga). Puedes participar, pero no senales las limitaciones (autocensurate voluntariamente por el bien de la causa innombrable). Unete a la diversidad que opera como singularidad. Produce eufemismos, niega, celebra todo el tiempo, declarate vencedor, ilusionate, son algunas de las actividades fomentadas. La invitacion a operar con una logica dicotoma de los buenos (los estudiantes) contra los malos (los administradores) dificulta pensar la diversidad celebrada. Ironicamente, la multitud o pluralidad del movimiento actual posibilita que esa dicotomia del bien y el mal opere entre estudiantes, pares, huelguistas, entre otros grupos. Sin embargo, solo es aceptable la dicotomia estudiantes vs. Administracion. Considero que los buenos y los malos no existen, y que la actividad politica necesita de la etica para lograr consistencia (acuerdos, evitar enemistades, trazar una estrategia, decidir tacticas, evitar el utilitarismo y la cooptacion), reducir la improvisacion glorificada y las agendas escondidas, entre otras limitaciones. No soy el unico que intenta en diversos foros (ciberneticos y cara a cara) de provocar, cuestionar, criticar, aportar, compartir experiencias y saberes, y choca con la hegemonia del eufemismo, la negacion, el engano, las elites (Administracion y comite negociador) que eluden la critica y adelantan las agendas de sus organizaciones (por ejemplo: la OSI y el MAS; el PNP y el PPD; la HEEND y la APPU) sacrificando a sus peones (huelguistas en portones). No me convence la celebracion de la diversidad de las muestras poblacionales que participan de la huelga si se trata de jugar para unas elites administrativas y estudiantiles que no son ni buenas ni malas, pero juegan a la politica como si jugaran ajedrez.

    ?Donde queda lo democratico?

    Por otro lado, si no se trata solo de elites estudiantiles y juegos de ajedrez, tampoco quiero ser un peon de la improvisacion y de los sobretonos afectivos de un momento.

    Luis J. Del Valle Torres

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  21. Luis, no creo que el que lea tus comentarios pueda tener duda de tu posicionamiento en torno a algunas prácticas de la huelga. Sin embargo, a falta de una experiencia directa de los procesos deliberativos de los portones y tu consumo mediático de lo que ha sido "la huelga", llegas a unas conclusiones que carecen de unas informaciones pertinentes como la forma en que se toman decisiones y se cuestionan las construcciones de "elitismo" o jerarquías internas. El debate que propones se lleva en las reuniones diarias de los portones y en las reuniones con el comité negociador.

    Más que refutar mi planteamiento sobre tu adopción de las lógicas del Estado, has reafirmado mi argumento con descripciones tradicionales de "los peones" como entes dóciles, irreflexivos y pasivos. Tu contraargumento sobre el bandalismo se amarra más a la condena ad hominem que en otro recurso retórico: "eres acrítico del bandalismo". Si quisieras explorar la construcción de barricadas desde las coordenadas de una apertura ideológica, explorarías los relatos propuestos por sus constructores en vez de ajudicar desde el locus de la autoridad formal.

    Por último, tienes razón: utilizo el concepto multitud como singularidad y pluralidad, algo que tú no haces. La multitud es una subjetividad constituida por contingencias y contradicciones. Desde su utilización por Spinoza ha generado incomodidad para quienes aspiran a conseguir certezas y defensas contra el miedo hobbesiano y la angustia heideggeriana. La multitud es una subjetividad plural, es una pluralidad singular. Mas, esto no significa, ni lo he propuesto formalmente como quieres hacer parecer, que haya un "anything goes". Ahora bien, sí requiere que observemos y analicemos desde unas coordenadas supra-estatales porque la multitud resiste toda autoridad política y la noción de una sola ética o moralidad cristiana. La multitud busca el reconocimiento de múltiples experiencias, variadas éticas.

    Gracias por tus observaciones y participación.

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  22. Lamentablemente no puedo contestarte detenidamente en este momento, por falta de tiempo. Sin embargo, debo aclarar que mi participacion y modos de informarme no son solo mediaticos. Participe activamente en la huelga del 2005 y en esta. Quiza no nos conocemos personalmente, pero converso cara a cara a dentro y afuera de los portones. Asisti a las asambleas y a varias plenarias. Conozco a varios de los miembros del comite negociador. Incluso pregunte en la asamblea de estudiantes de Ciencias Sociales y en la asamblea general de estudiantes del semestre de agosto a diciembre de 2009 sobre asuntos como: quienes comenzarian la huelga sistemica, los profesores, los empleados o los estudiantes; cuales eran las peticiones de los estudiantes; quienes formarian parte del comite negociador; que garantias tenian los estudiantes para participar en igualdad de condiciones con los profesores y sindicatos. En ambas asambleas no se rindieron informes, se le dieron turnos de privilegio a la APPU y a la HEEND, no se contestaron estas y otras preguntas, y se noto una agenda sindicalista nada novedosa. Esto lo vi venir desde el semestre pasado.

    Luego podemos continuar la conversacion.

    Luis Javier Del Valle Torres

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  23. Ivan, si hablo sobre las barricadas desde la perspectiva de sus creadores (cosa que no me toca, pues no intento hablar por nadie ni representar) tengo que mencionar el discurso del terror que motivo a algunos a construir barricadas; por ejemplo, algunos grupos de interes estudiantiles (ej. UJS) y la Administracion (compuesta en parte por profesores) utilizaron discursos que incitaban a temerle a la fuerza de choque. Tambien puedo mencionar que las barricadas tacticamente implican una contradiccion, pues encierran a los estudiantes, impiden su flujo en bicicleta, accidentan a los huelguistas, destruyen el mobiliario que utilizan los estudiantes (sillas), provocan problemas de higiene, representan mas trabajo de limpieza, comunican que los estudiantes no quieren que se abran los portones, se interpreta como vandalismo, simula un campo de batalla (militar), exagera la posible intervencion policiaca, dificulta la entrada de estudiantes huelguistas (por ejemplo: por el porton peatonal, la rampa), dificulta cambiar de tactica (si se desea abrir y cerrar o presentar una imagen diferente de los estudiantes en huelga), entre otras limitaciones. Ademas, la propuesta de las barricadas no fue apoyada por todos, al igual que otras decisiones de las plenarias que no fueron respetadas (por ejemplo: se voto en contra de obstaculizar el porton de seguridad). Es ironico que las barricadas funjan como un problema de seguridad para los estudiantes, en los momentos que perciben una amenaza y a la vez operen como un problema de seguridad auto provocado.
    Hago ver que tu posicion opera como un “todo se vale” porque es la lectura entrelineas que mas me convence, aunque la niegues o recurras a otros autores como argumento de autoridad o “name dropping” (o como base teorica y moral). Tal vez no coincidamos en esta lectura, pero si defiendes una pluralidad singular o singularidad plural abres paso a la improvisacion, al recurso retorico de la paradoja (indefinida), a la ventaja discursiva del todo es justificable en nombre de la diversidad y de la pluralidad del colectivo, a la renuncia a codigos morales (supuestamente cristianos) que con ironia son utilizados por los huelguistas defensores de discursos cliche, como: IGUALDAD, LIBERTAD, DEMOCRACIA, PARTICIPACION, JUSTICIA, DERECHOS HUMANOS, ENTRE OTROS. No me opongo a que se invoque la democracia, pues tambien lo hago, pero se deben atender las contradicciones tacticas, discursivas, conceptuales y de otro tipo. Llamo vandalismo sin reparos al acto de utilizar sillas como barricadas porque me consta que opera en contra de los mismos estudiantes en huelga (es una desventaja táctica); tambien porque no es consistente con los diversos reclamos estudiantiles (por ejemplo: evitar que se privaticen unidades y servicios, y administrar adecuadamente los recursos institucionales); ademas, la idea fue propuesta con engaños, agendas escondidas, discursos del terror, poca discusion, improvisacion tactica (y a la vez, otra ironia, cliche tactico). No pretendo defender lo indefendible y si no todo vale, entonces la pluralidad singular es responsable por sus contradicciones. No sera solo el Estado el que sancionara (o castigara), pues el castigo ya fue auto infligido.

    Luis Javier Del Valle Torres

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  24. Brevemente,en cuanto al consumo mediatico de la huega, Ivan, no debes olvidar que es la tactica que mas se utilizo y se utiliza en esta huelga. No soy el unico que los medios y los grupos de interes intentan seducir. Incluso los huelguistas se auto seducen y vanaglorian. Son muchos los que celebran temprano y se complacen con cualquier expresion o manifestacion artistica, aunque sean repeticiones (piquetes, desnudos, body painting, marchas, conciertos, nova trova, Bob Marley, el Che, yoga, new age, y mas). Esta de moda el cover, el kareoke, la camiseta iconica y simbolica, la hibridez (pastiche, colach), lo new age, lo eco turistico u organico. No es novedoso, es lo que tenemos y hacemos, pues hasta yo soy vegetariano y disfruto del ambiente que se da adentro de los portones. Pero una cosa es el goce y la libertad para expresarnos con los recursos, estilos y esteticas (eticas) de nuestro tiempo y contexto, y otra es la ingenuidad del que celebra victorias pirricas (aparentes) y se auto complace. Me pregunto si la pluralidad singular incluye a los que no se consideran parte de ella, incluso a los que participan de la huelga, y en especial a los que no participan de la misma. Esta pregunta atiende la posible seduccion que provoca tu tesis o supuesto de una pluralidad singular, y desde luego tu blog (que tambien es mediatico).

    Luis J. Del Valle Torres

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  25. Luis, tienes un problema lógico en tus manos. Hablar sobre las barricadas desde una lógica del "terror" no necesariamente conlleva nombrar el acto como bandalismo. Una cosa no hata a la otra. Pensemos en lo que parece ser tu línea de pensamiento: 1. Las barricadas son fruto del terror. 2. El terror es bandalismo. 3. Por lo tanto, las barricadas son bandalismo. Disculpa, pero una cosa no se deriva de la otra.

    Si fueras a hablar "desde la perspectiva de sus creadores", primero debes aceptar que quieres hablar por ellos y que asumes una posición de poder sobre sus argumentos. Si quisieras incluir sus lecturas los citarías y harías un trabajo de campo claro. En mis semanas dentro del recinto he procurado documentar los significados otorgados a las barricadas y las tensiones internas que provocan. Los estudiantes nunca hacen una referencia (ni consciente o inconsciente) al "terror", sino más bien a la "ansiedad" de la incertidumbre: el no saber cuál será (o cuáles serán) la acción de la Policía o la administración universitaria en torno a la integridad física de los huelguistas. Algunos huelguistas significan las barricadas desde las coordenadas de la seguridad y la protección, mientras otros lo consideran un estorbo, un error táctico y una mala imagen. Todos estos significados coexisten por parte de los estudiantes huelguistas y las subjetividades que los reconocen se mueven continuamente entre ellos. (No redacto más sobre este punto porque de eso tratará mi próximo artículo).

    En cuanto al "todo vale", volvemos con un problema lógico. La pluralidad singular de la multitud no conduce obligatoriamente a un "todo vale", es un non sequitur. Aún no estoy del todo claro sobre la ética o las éticas de la multitud. Por ahora pienso que la multitud se conforma cuando varios sujetos identifican las comunalidades que los "juntan". Cada sujeto tiene su propia ética, pero al dar forma a una multitud desarrollan una ética consensual que respeta las éticas particulares, pero que sería distintiva. (Esto lo que puedo aportar por ahora.) Creo que más allá de que la lectura del "todo vale" es la que más te convence, diría que es la que más te conviene políticamente en este debate para poder descartar mis proposiciones como "anti-éticas" (si todo vale no hay ética).

    Por último, sobre "la seducción de mi tesis", la pluralidad singular de la multitud, debo decir que ciertamente la multitud incluye a todos aquellos que identifiquen unas comunalidades hacia/desde las cuales actuar. A pesar y por nuestras diferencias ambos coexistimos este espacio virtual que reúne multitud. Ambos somos parte de esa multitud que está continuamente reconfigurándose.

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  26. Iván: Los ejemplos que mencionas de cómo significan los estudiantes huelguistas las barricadas pueden conceptuarse en la categoría economía del miedo o discursos del terror. Tal vez, el significante o término propuesto no te convence o atrae, pero los problemas de seguridad, los problemas tácticos, la ansiedad que provoca la amenaza de que entrará la policía, son ejemplos de lo que llamo una economía del miedo y de lo que los discursos del terror incitan (discursos manejados y producidos por la Administración y por grupos de interés que participan de la huelga).

    Por otra parte, no considero que tengamos grandes diferencias, sino que decidí participar de otro modo en esta ocasión. El que decida atender asuntos éticos de la "multitud" que conceptuaste, no es sólo una aportación, sino también una actividad que considero necesaria para incluir y atender otras voces. No pretendo hablar por otros, sino provocar discusiones sobre posibles miradas y sobre miradas que ya se produjeron. Realmente me preocupa que la necesidad política de defender procesos, tácticas, huelgas, intereses, agendas, proyectos políticos "novedosos" y espontáneos, desemboque en un cauce sin fin ni fines claros, y con muchos sacrificios.

    Respeto tu trabajo, a pesar de que otras personas y organizaciones que intervienen en esta huelga no son de mi agrado y menos de mi confianza. Aprendí mucho en ocasiones anteriores y en esta ocasión estoy más atento y vigilante.

    Nuestras diferencias no nos liquidan, ni impiden este intercambio, pero esto no ocurre en todo escenario. El mundo del ciberespacio es real (como espacio y experiencia) pero no es el único mundo posible ni es posible, por ahora, que sea el único Mundo (a lo Matrix). Sé que no es tu postura, pero el ejercicio que haces al manejar este blog no sustituye las Asambleas, consejos de estudiantes y otros foros. Sirve de modo paralelo, a veces, otras, de modo complementario, pero todavía insuficiente como práctica cotidiana común.


    Luis Javier Del Valle Torres

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  27. Cuado indico que las barricadas hechas con sillas y mobiliario son un ejemplo de vandalismo no lo reduzco al concepto del discurso del terror. Intento mostrar un ejemplo de como ciertas tácticas y actividades son contraproducentes y operan en contra de los huelguistas. También hago una relación entre los discursos del terror y las decisiones que toman los huelguistas. No es lo mismo tomar decisiones bajo amenazas falsas y ciertas (en fin inciertas) y confiar en que tus compañeros y portavoces comparten lo que conocen (por ejemplo: documentos, informes, grabaciones de reuniones, agendas de otros grupos externos) que ser conciente o darse cuenta de mentiras, manipulaciones, difamación, exclusiones, actos vandálicos (contraproducentes), entre otras prácticas que deben cuestionarse. El no darse cuenta o no saber no impide que se tomen decisiones. Es posible votar a favor de la huelga en una asamblea general de estudiantes y no saber que la HEEND, la APPU y otras organizaciones "obreras" ayudaron a crear las condiciones para su beneficio y no de los estudiantes. Se puede estar satisfecho con interrumpir a quien difiere y hasta acosarlo, siempre y cuando no se esté en la misma posición. Es como si un hacker tratara de afectar tu blog para impedir que comuniques, narres, crees, debatas y realices las actividades que entiendas pertinentes. Esta analogía es consistente con tu postura de las relaciones simbióticas entre el adentro y el afuera y entre el ciberespacio y otros espacios corpóreos. Impedir que te expreses debe considerarse y es una amenaza, de la cual puedes y debes defenderte. Sin embargo, no todos cuenta con los mismos recursos (conocimiento, contactos, información, experiencia política, dicción, expresión oral y escrita, concepción bélica, concepción anarquista) ni operan igual. La invitación a pelear en una asamblea lo que hace es convertir ese foro en un espectáculo boxístico. Se puede decidir no participar de un foro que promueve un ambiente hostil y que no responde a lo convocado. Si me convocan a una asamblea (los cascos, armas y abucheos no deben permitirse, como cuestión de privilegio). Por otra parte, si no se hacen asambleas no se legitima la huelga ni se toman otras decisiones colectivas (de multitudes). Si se realizan asambleas en las cuales todo vale, entonces es posible que haya ganadores (victorias pírricas), pero sin el apoyo necesario de personas y grupos significativos. Incluso es irónico que la defensa de los derechos humanos y derechos económicos, y los discursos de igualdad, libertad de expresión, entre otros, sea rogada e invocada por grupos que no practican lo que predican. De hecho el predicar y operar en rituales es quizá uno de los problemas que tienen los grupos "pro derechos", pues no hacen lo que tu haces Iván, reconocer la multiplicidad.

    Luis Javier Del Valle Torres

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  28. Iván, resumo lo que intento comunicar a través de tu blog como problemas éticos que son políticos. No digo que lo político sea malo, en un sentido moralista, me refiero a que en la actividad política dejar la "actividad ética" afuera es contraproducente y amenaza a la actividad política misma. Es decir, conceptuar a una multitud singular y suponer que su actividad es contingente y diversa no exime de responsabilidad a los actores y actrices que componen esta multitud. La multitud misma como subjetividad denominada (huelguistas, movimiento del 2010, jóvenes, estudiantes universitarios, entre otros nombres) es responsable ante sí misma y ante otros por su actividad. Incluso, su actividad la afecta, transforma y posibilita su existencia (además de otros aspectos y condiciones). Considero sospechoso decir que se es amorfo, flexible y diverso, y que estas cualidades sirvan como escape, negación e impedimento para auto reflexiones. No promuevo la auto destrucción, aunque me cuestionen qué es y qué no es auto destructivo. Por tales cuestionamientos presento ejemplos, como el de las interrupciones en las asambleas, las sillas plurisignificativas (que llamo acto vandálico) y las decisiones de tomar portones y realizar actividades a nombre de los estudiantes. La multitud permite que los actos de algunos se signifiquen como actos de todos los que componen la multitud (huelguistas o estudiantes de la UPR). Es conveniente y necesario denunciar esta actividad y compartirla, y aprender a defenderse en próximas ocasiones. Sé que algunos las denuncian y que las combaten desde "adentro", pero de igual modo muchos abandonan el campo de batalla (metafórico y concreto) por la falta de apoyo y de compromiso ético en la actividad política. Lamento que la subjetividad plural llamada estudiantes reproduzca un campo de batalla similar al que sostiene con otras entidades administrativas y estatales. Y aclaro, que entiendo que la multitud incluye a todos los actores y actrices (en grupo o como personas naturales o subjetividades singulares), por tal razón se deben atender los problemas que se presentan y proponen. También aclaro, no considero que sea necesario construir un campo de batalla o metáforas bélicas para que haya actividad política, pero reconozco que así operamos y que todas las partes contribuyen a este estilo. Otra aclaración, la Administración también es compleja y múltiple, pues se compone de profesores, oligarcas, empresarios, políticos de carrera, estudiantes (por ejemplo: el síndico estudiantil), profesionales (periodistas, relacionistas, abogados) ex-alumnos, grupos (partidos políticos, corporaciones), entre otras subjetividades.

    Mantener y reproducir la dicotomía Administración vs. estudiantes contribuye a las condiciones y "estilos bélicos" actuales. Espero que esta huelga deje de ser un fin (mediático y de agendas escondidas) y pase a un plano que atienda esta dicotomía Administración vs. estudiantes. De lo contrario nos veremos en la próxima huelga (pues la huelga no sólo es indefinida como práctica actual, sino como concepto de lo que no termina; del conflicto perpetuo y del mecanismo que nunca acaba, pues es latente).

    Luis J. Del Valle Torres

    Luis Javier Del Valle Torres

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