Thursday, May 13, 2010

Huelga Creativa 2010 en la UPR: la emotividad en el movimiento estudiantil

(Publicado originalmente en La Acera.com)


La luna dominaba el espacio aéreo y vigilaba blancamente a la torre, con toda probabilidad observaba que la prudencia reinara en las decisiones de esa figura administrativa. Los estudiantes, cautelosos y agrupados por facultades, entrábamos bajo la tensa mirada de la guardia universitaria, la guardia privada y la policía estatal. Nuestro paso acelerado les resultaba extraño, esperaban que tomáramos los portones en ese instante, pero no lo hicimos porque nos dirigíamos a nuestros puntos de encuentro: la placita de los vientos en la Facultad de Ciencias Sociales y la Plaza Antonia en la Facultad de Humanidades. Eran las 4:40am y ya habían más de cien estudiantes en la Plaza Antonia. ¡Era increíble!, los estudiantes estaban siendo puntuales con la convocatoria para la toma de los portones.


La torre golpeó con su cantar el inicio de la toma de los portones, ya éramos cerca de 300 estudiantes. Nos dividimos en contingentes y partimos con nuestros rostros tapados - ya teníamos experiencia con el carpeteo de la Guardia Universitaria - hacia cada portón: Bellas Artes, Educación, Música y Facundo Bueso. De pronto, una llamada interrumpe el claqueo de los candados y las cadenas, "en el portón de Ciencias Naturales necesitan gente" repite el receptor del mensaje. Instantáneamente una gran cantidad de manos se alzan, algunas de éstas fueron elegidas para dirigirse hacia ese portón. De nuevo el rinrineo de un teléfono móvil, la llamada informa que alguien roció pepper spray luego de empujones por los guardias, pero que el portón había sido tomado. Un mensaje de texto alerta, luego de la llamada, que las autoridades habían arrancado el portón de sitio y que ahora se realizaba un sit-in. Ahora quedaba un sólo portón por cerrar, el del Museo en la Avenida Ponce de León. (Continúa leyendo...)


Los cientos de estudiantes que esperábamos el desenlace en la Plaza Antonia caminamos hacia la Calle Conciencia (frente a la Biblioteca Lázaro) y aguardamos la llegada de los compañeros que venían desde Ciencias Naturales. Al llegar, marchamos todos juntos hacia el portón principal que no tenía ni un sólo guardia o policía. Los más de 6 portones ya estaban cerrados y sólo hubo una confrontación con la guardia universitaria cuando éstos impedían con macanas y empujones que los estudiantes cerraran el portón de Ciencias Naturales. El paro comenzó finalmente, los estudiantes se sentaron frente al portón del Museo en señal de desobediencia por si la guardia universitaria intentaba removerlos. Una joven se paró y, con su pecho lleno de aire y dignidad, leyó la "Carta al país" que habíamos redactado la noche anterior. "Paramos porque queremos que nuestros hijos e hijas, [nuestros] nietos y nietas tengan una educación pública superior como la hemos tenido nosotros gracias a ti", concluía la carta en medio de vítores y sonrisas. 


Iván Chaar-López. "Toma del portón principal". 21 de abril de 2010


Tan pronto se asomó la amenaza de una entrada por la División de Operaciones Tácticas (Fuerza de Choque), los estudiantes corrimos al suelo frente al portón y con nuestros brazos enredados exhortábamos la negociación y no la confrontación. Yo me encontraba en la primera fila del sit-in y cuando miré hacia atrás observaba las miradas decididas de cientos de estudiantes. Mis ojos se cruzaron con una compañera a mi lado y le dije: "es un honor luchar con una juventud decidida a resistir con desobediencia civil". Una intensa lluvia bañó nuestros tensos cuerpos, relajándolos al menos por unos instantes. A pesar de la lluvia, continuábamos sentados en alerta. Finalmente, no hubo entrada forzosa ni intento de desalojo este primer día del paro, ni el segundo o hasta ahora.




Lo que sí han habido son continuas muestras de solidaridad las cuales aumentan diariamente y viajan desde la precisión temporal de la capital Suiza - Berna -, la combatividad azteca de los estudiantes de la UNAM (Universidad Autónoma de México), las palabras de ex-alumnos de la UPR, el respaldo de jóvenes dominicanos, la presencia de profesores y empleados no-docentes en los portones, ciudadanos privados que traen comida y agua hasta los estudiantes que utilizan las redes sociales para movilizar apoyo y agilizar la comunicación entre los que están adentro y los que están afuera. Ya no se trata de un movimiento de cuerpos, sino de una movilización que rebasa los límites de lo material y se inserta en la inmaterialidad del discurso, la web, la prensa y la radio autogestionada, en las coordenadas de la emoción.


Algo que me ha conmovido durante todo este proceso es la forma en que los policías estatales demuestran su solidaridad con los estudiantes. En momentos resisten con brazos caídos, dejándonos entrar libremente por los diversos portones, en otros nos comentan directamente que tienen familiares que apoyan la huelga (esposas, sobrinos, hijos) y que ellos sólo están ahí porque es su trabajo, pero que si pudieran estarían al otro lado de los portones. Esto se puede ver en una hermosa imagen capturada por Heriberto Castro de Primera Hora el 23 de abril - día que comenzó la huelga indefinida:
Aquí un huelguista estrecha su mano con un policía, su primo. Y es que esta huelga ha sacado al plano público los vínculos de apoyo y solidaridad que cruzan las tradicionales fronteras del que protesta y el que vigila. Solo la Fuerza de Choque irrumpe violentamente contra estos lazos y para eso se utiliza. Sin embargo, no han logrado detener que los policías continúen identificándose con los estudiantes. Muchos de éstos han estado en los portones la misma cantidad de tiempo que algunos estudiantes, en este sentido ellos han llevado la huelga con nosotros porque han sufrido la lluvia, el sereno, el calor y la tensión. Las otras noches, un grupo de cristianos se acercó al portón principal a orar y mientras rogaban por la paz, la salud de los estudiantes y la negociación, varios policías vertían lágrimas sobre sus chalecos anti-balas. Esa misma tarde, otro policía se conmovió cuando varias jóvenes pintadas como esqueletos le ofrecían margaritas amarillas en un piquete de luto frente al Jardín Botánico.


Iván Chaar. "Requiem en re menor: II. Largo". 4 de mayo de 2010


Iván Chaar. "Requiem en re menor: I. Adagio". 4 de mayo de 2010


El paro que comenzó el 21 de abril y que el 23 de abril se transformó en una huelga indefinida ha sido distinto porque ha sabido incorporar las variadas disciplinas de las Humanidades para comunicar su mensaje al país. Desde la prosa de la "Carta al país" y la "Declaración desde la universidad tomada" hasta la comunicación corporal de los performances de la Fuerza de Choque de Payasos y Los esqueletos con sus lloronas, los estudiantes en huelga saben que hay una necesidad urgente de que su mensaje llegue a todas las personas posibles. Además de lograr un entendimiento racional de lo que propone, este movimiento estudiantil navega por las vías de la emoción por medio de la estética. Así hemos logrado conmover a un país que aparentaba estar entumecido, hemos roto con la monotonía de la protesta y el piquete transformando los espacios de lo político.


Se ha logrado demostrar que esta huelga no es una huelga de minorías, sino un proceso que cuenta con un amplio apoyo de la comunidad universitaria (profesores, estudiantes y empleados no-docentes), organizaciones cívicas, sindicatos y ciudadanos privados. El imaginario del "barbudo revoltoso" se ha colapsado frente a los pies de quienes lo utilizaron. Los argumentos egoístas del derecho personal a tomar clases y graduarse se han topado con una narrativa mucho más contundente en la que se distingue lo legal de lo justo. Ésta es la Huelga Creativa, aquella que ha creado formas nuevas de agencia política, formas innovadoras de organización horizontal y que, con su estética, ha conmovido los corazones de todo un país y del mundo.

2 comments:

  1. En aquel espacio comenté lo siguiente:

    "Tu composición narrativa es hermosa y poéticamente inspiradora. Mi opinión es que la energía de tu relato se origina del convencimiento de que con tus acciones estas cumpliendo con tu obligación moral, o simplemente, es por tu proximidad con ciertas dinámicas del "frente”. Cualquiera que sea la razón, lo que percibí del mismo fue un llamado a la restauración de la empatía en estos procesos altamente politizados. El relato me parece un recordatorio al lector de que todos los sujetos envueltos en el conflicto son seres humanos interconectados. Todos “somos iguales” y parte de lo mismo. Como tú mismo has mencionado, el éxito de esta manifestación estriba en la erosión de la imagen estereotipada del "barbudo revoltoso" o estudiante anarquista. En su lugar, la juventud universitaria, con su energía creativa y dinámica, se reinstaura como parte integral de la comunidad puertorriqueña. Por ello, tú relato nos habla de jóvenes que han decidido luchar por mejores condiciones en lugar de sumarse al materialismo, la violencia, apatía, etc., del mundo actual. En principio, ese mismo compromiso por la defensa de los derechos humanos es lo que mueve a la policía. Por tal razón, otorgas énfasis a esas imágenes más humanas del cuerpo de la policía, para transformarles en un “compañero” con una misión similar a la de los manifestantes. Pero la forma poética de tu relato hace que el contenido se perciba como sospechoso, fantasioso o propagandístico. Probablemente, la resistencia de algunos comentadores va dirigida a esa convención romántica a la que sometes los acontecimientos."

    ...y ahora le pregunto:

    ¿Cómo cree que el panorama de una huelga que aparentaba agotada, y ahora ratificada, puede mantener ese vínculo, solidaridad y apoyo de múltiples sectores de su argumento? ¿Podrá el movimiento estudiantil mantener esa imagen ante la opinión pública ante un posible cierre de la universidad? Todo esto considerando el “mal augurio” tras el incidente de deposición de la bandera estadounidense en el capitolio.

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  2. Cuando uno se encuentra en medio del bullicio es difícil "controlar" a la gente. El movimiento estudiantil tiene compañeros de todas las ideologías de status, clases sociales e ideologías político-económicas. Bajar del asta la bandera estadounidense tiene sus problemas simbólicos en nuestra sociedad y, aunque pueda simpatizar con la acción y su simbolismo, puede que represente un desacierto político de los estudiantes que llevaron a cabo la acción. Quede claro que los estudiantes no somos infalibles, cometemos y hemos cometido errores. Sin embargo, no creo que han sido errores irremediables.

    Conociendo a mis compañeros en el Comité de Acción de Humanidades y los de otros comités, en que crearemos otros tipos de acción directa y creativa para ampliar las redes de solidaridad y apoyo.

    Coincido con tu lectura de que mi relato pueda ser recibido como "propagandístico", "fantasioso" o "sospechoso". El asunto es que no me proponía hacer un análisis crítico del movimiento estudiantil sino que me propuse explorar, desde las coordenadas de la estética, la emotividad del movimiento estudiantil. El propósito está muy claro en el título y en el tono del ensayo literario.

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