Monday, August 23, 2010

Brave New World: ley, orden y valores en el gobierno de Luis Fortuño

Gobernador Luis Fortuño, Envivopr.com
"Stability," said the Controller, "stability. No civilization without social stability. No social stability without individual stability."
- Aldous Huxley, Brave New World

En el mundo distópico de la novela Brave New World, se nos cuenta la historia de un Estado totalitario y mundial que "educa"/"civiliza" a sus ciudadanos y que ejerce control (casi) total sobre la vida humana. Mediante la repetición ad nauseam de eslóganes como "todo el mundo pertenece a todo el mundo" y "vale más desechar que tener que remendar", se conforman todas unas prácticas aceptables, una norma, que todo ciudadano está obligado a seguir. De esta manera, el Estado construye una moral ciudadana ejemplar que todo "buen" ciudadano tiene que seguir. Acatar la directriz estatal y la insistente vigilancia/disciplina de la norma son las formas en que crea la estabilidad social. 

Pero, cuando algunos rompen con la norma porque sus experiencias de vida le ofrecen una perspectiva distinta, entre otras tantas razones, el Estado asume la responsabilidad de disciplinar a esos ciudadanos. Si éstos persisten en su desobediencia, los agentes estatales, con la participación de otros ciudadanos y otros sectores, inician procesos de marginalización o exclusión. Toda práctica y toda persona que no cumpla con la norma social será denominada como antisocial e indeseada.

El actual gobierno de Luis Fortuño, como otros gobiernos anteriores, tiene un proyecto para la creación de una norma social que pocas personas le han prestado atención. En este breve ensayo discutiré los proyectos de "Tus valores cuentan" y la "Sociedad de Ley y Orden" como espacios para la estructuración de una norma social. Por medio de estos esfuerzos, Fortuño y su gobierno buscan consolidar, si es que ya no lo estaba, el autoritarismo democrático en el país.

"Tus valores cuentan" es el proyecto central de la actual administración para la educación ética de los niños y jóvenes en el país. A partir del año académico 2010-2011, "Tus valores cuentan" será puesto en práctica en, aproximadamente, 200 escuelas elementales, intermedias y secundarias. El programa, creado por el Josephson Institute y que ha sido implementado en otras instituciones por todo Estados Unidos bajo el nombre Character Counts!, busca civilizar a los jóvenes mediante la educación de "Los seis pilares del carácter": confiabilidad, respeto, responsabilidad, justicia, bondad y civismo.

Para darle fundamento científico al programa, el Instituto realizó una encuesta sobre el actual estado de los valores en la sociedad puertorriqueña. La conclusión a la que llegaron la administración Fortuño y el Josephson Institute es que desde hace varias décadas ha habido una preocupante pérdida de valores. Además, según los encuestados, los valores se deben fomentar más proactivamente en Puerto Rico.

Estandarte del programa "Tus valores cuentan".
En vez de hacer un análisis serio sobre el programa de educación de valores y de la institución a cargo del mismo, la prensa comercial y los comentaristas radiales prefirieron reseñar el costo de la encuesta realizada por el Josephson Institute (ejemplo de El Nuevo Día). Luego vinieron los partes de prensa revelando los resultados de la encuesta (Primera Hora, El Nuevo Día) como verdades irrefutables sin un cuestionamiento de la metodología utilizada. Otros prefirieron aludir a que el instituto contratado era conservador, como si esto fuera razón suficiente para demostrar la falsedad de sus planteamientos. (Es que para ellos ser conservador es sinónimo de maldad, como lo es el capitalista para el socialista/comunista; extraña articulación de éticas fijas, rígidas, naturalizantes y maniqueas que reproducen aquello que oponen.)

Por medio de "Tus valores cuentan", el gobierno de Fortuño propone un interesante y contradictorio acercamiento al debate sobre el relativismo ético. Utilizando el pronombre en segunda persona - tu - se subraya la variabilidad de valores, el hecho de que cada cual tiene sus propios valores. Sin embargo, este programa no respeta la diversidad de valores, sino que propone la existencia de unos valores universales que van más allá de religiones y culturas. Para el Josephson Institute existe el bien y el mal, de forma similar existen para Fortuño; hay acciones buenas y malas, independientemente del contexto (social, cultural). Esta rentable "verdad" tiene que ser depositada en la mente de los jóvenes porque ellos están más propensos a actuar en contravensión de la ética.

Para ello, "Tus valores cuentan" conllevará la imposición de unos valores "universales" que el Estado ha denominado como fundamentales para crear/mantener estabilidad social. Como no hay espacio para la variabilidad ética, no hay diálogo ético sino un monólogo rígido. La vida, ese desierto de contingencias e incertidumbre, se presenta en este programa como un espacio de fácil distinción entre el bien y el mal. ¿Cómo se explicaría en este programa la decisión de utilizar la bomba atómica contra Japón y en el acto matar centenares de miles de no-combatientes/civiles? ¿Mediante la preservación de la vida de los estadounidenses sobre la de los japoneses? ¿Una vida vale más que otra? De repente el mundo maniqueo de "Tus valores cuentan" se desmorona ante complejos eventos sociales y políticos.

Pero, tomemos un ejemplo concreto del programa. Según éste, se debe actuar con honestidad al seguir las reglas sin robar, hacer trampa ni trucos. Sin embargo, la deshonestidad puede justificarse éticamente en casos excepcionales como cuando la policía miente en operaciones secretas (undercover) o cuando uno le miente a un criminal o terrorista para salvarle la vida a alguien. Lo que me parece problemático de estos ejemplos, sé que a otros le preocuparán otras cosas, es que naturaliza la ley, al criminal y al terrorista. O sea, se asume como natural que cierto comportamiento sea inherentemente delictivo y se obvia el hecho de que las leyes se legislan, se crean con la meta de regular relaciones, comportamientos y actos.

Es en el crimen donde el programa de "Tus valores cuentan" conecta con el Comité Interagencial Puerto Rico: Sociedad de Ley y Orden. El primero se encarga de producir ciudadanos sumisos a una ley y una autoridad política naturalizadas e incuestionables, mientras que el segundo se encarga de la vigilancia y disciplina en todas las esferas posibles.

El Comité, creado el pasado 26 de mayo de 2010 mediante orden ejecutiva, tiene "el propósito de coordinar los esfuerzos de la Policía de Puerto Rico y otras agencias [gubernamentales] para mantener el orden y la seguridad pública en nuestras comunidades". En la Orden Ejecutiva se nombra al Superintendente de la Policía como Director del Comité y se le faculta para "ejercer todos aquellos poderes necesarios y convenientes para implantar la política pública". Los trabajos del Comité estarán inspirados en la fuertemente criticada teoría de ventanas rotas (broken windows theory) la cual establece una relación causal entre el desorden social, el miedo, la decadencia urbana y el crimen.

Lo que se propone con este Comité es la consolidación de un Estado policial pues se abre el camino para una mayor presencia policial en cada agencia gubernamental y cada comunidad donde haya "desorden social". El Superintendente tendrá más acceso a la información de individuos en estas agencias. Su objetivo será "el orden y la seguridad pública", empero ya sabemos que estos conceptos son terreno escabroso cuando están en manos de la bota y la macana.

Este gobierno propone una contradictoria mezcla entre el individualismo capitalista, el beneficio egoísta, y la concertación de una moral autoritaria, el dictamen de unos valores únicos y totales. Como si se tratara de espacios divergentes, el aparato estatal impulsa una línea discursiva en la que sobresale el derecho individual ("mis derechos comienzan donde terminan los tuyos") como vehículo para el desarrollo de una sociedad estable, mientras inculca unos valores "universales"/totales. Acatar automáticamente y sin reflexión la autoridad política de la ley se convierte en una virtud. Cuestionar la ley se torna inviable porque incide en los derechos del otro y eso no puede suceder en una "Sociedad de Ley y Orden". A pesar de que en el espacio jurídico consistentemente se solapan derechos (constitucionales/legislados/morales), este gobierno insiste en el reduccionismo y en la estrategia mediática-populista de "la ley y el orden".

Navegamos las terribles aguas del control autoritario, de una Fortuna indeseada. En el agitado meneo del mar, su hijo observa, con su pasiva y brava mirada, el nuevo mundo que ha creado. Su garganta produce unos grotescos sonidos y en el contorno de nuestras sombras el eco golpea tercamente: "el mundo feliz ha llegado".

6 comments:

  1. Me gustaría estar en la mente de los Tea Partiers para poder conocer en primera instancia la lectura que este grupo le da al clásico de Huxley, ya que este texto - entre otros, por ej. la 'literatura' de Ann Ryand - forma parte del arsenal reaccionario. Y es que la distopía de Huxley parece ser una Cassandra que se ha tratado de manipular con el fin de enfocarse en la paranoia en vez de la profética lección. Creo que esa era la intención de Huxley. Alomejor Fortuño tiene este libro en la Fortaleza, pero me parece que la lectura del Gobernador es más afín con la paranoia reaccionaria de los Tea Partiers.

    Creo que Huxley se revolcaría en su tumba si se entera de la lectura que se le está dando a su obra, pero encontraría sosiego si lee tu ensayo.

    Si no lo has hecho todavía, dale una lectura a We de Zamyatin.

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  2. "When the future knocks on the door, it enters through the gate of horror." (Peter Sloterdijk)

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  3. Incisivo análisis sobre el imaginario moral del gobierno de Fortuño.

    Sin embargo, me desconcierta un poco tu defensa del "relativismo ético" y "la diversidad de los valores", especialmente a partir de tus observaciones en otros escritos sobre la necesidad de reinvindicar los derechos de las multitudes a la igualdad y justicia social, un discurso que además de político es justamente moral y en el sentido prescriptivo, normativo y universalista de la palabra. Aunque este discurso no tiene que apelar necesariamente a las ideas judeo-cristianas del mal y el bien que están detrás de la pedagogía de valores que criticas, el apostar a este tipo de transformación social está fundamentado en normas y prescripciones éticas que se plantean como inescapablemente universales. Reinvidicar la heterogeneidad y la diferencia del otro al mismo tiempo que su igualdad socioenómica es, y me alegro que lo sea, un proyecto universalista, digamos que con u minúscula.

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  4. Luvicallejas, tienes razón en cuanto a mi defensa del "relativismo ético": el proyecto que he ido armando es uno variado y que, en cierta manera, es "universal" (en minúscula). Sin embargo, esa universalidad parte de un interés anti-homogeneizador e integrador. Lo que propongo es una ética (o varias) que acepte la multiplicidad e, incluso, la contradicción. Una ética que no pretenda ser de/para todos, sino por todos. Solo desde el relativismo ético existe la posibilidad de entablar diálogo ético, de lo contrario sería un canal de comunicación con una sola vía impositiva.

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  5. Miguel, tengo "We" en mi lista de lectura desde hace un tiempo y no llego a ella. Pero, créeme pronto lo haré, sobre todo luego de que me la has recomendado.

    Carmen, está directa con las citas, jeje.

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  6. Iván, para mí la idea de relativismo ético -la cual no es completamente equivalente a la de subjetivismo ético-representa un callejón sin salida si nos interesa realmente imaginar universos alternos regidos por ideas como la justicia social, igualitarismos, libertades, etc. Aceptar la multiplicidad no significa necesariamente formular una ética "por todos", a menos que pretendas formular una ética libertaria en que "todo va". Mi problema es el siguiente: si defendemos como una idea prescriptiva la especificidad de cómo diferentes culturas y subculturas definen sus normas éticas, nos quedamos necesariamente con los brazos cruzados si queremos imaginar una política de transformación social. La contradicción de este tipo de discurso se puede percibir en el relativismo cultural de muchos investigadores dentro del campo de los estudios postcoloniales: por un lado, defienden prácticas y discursos que para la perspectiva occidentalista y occidentalizante pueden parecer éticamente inaceptables. Pero bajo la misma bandera citica la ética individualista, corrupta, ávara etc. de las culturas capitalistas que no sólo no respetan al otro, sino que lo explotan. Más allá de esta contradicción, la cual me parece que imposibilita la articulación de una política "universal", entiendo y simpatizo con la idea de entablar un diálogo ético. Pero el diálogo es mucha veces imposible y a veces contraproducente para los intereses de las multitudes que defiendes. Por eso pienso que hay momentos necesarios para políticas antagónicas y oposicionales en las que los diversos intereses sociales -y éticos- de las multitudes se arremolinan en contra de un elemento singular, la maquinaria represiva del estado, los abusos de una mega-corporación, etc.

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