Friday, December 31, 2010

Tomar y formar parte, o aproximaciones a participar


La palabra “participar” ha cobrado gran visibilidad este año. Desde las marchas por la UPR hasta las vistas públicas sobre el gasoducto organizadas por Casa Pueblo, el término brinca de labio en labio, de dedo en dedo para comunicar cómo cada cual lo define. En la boca de muchos viene seguida del nombre “acción” pues para ell@s, participar es tomar acción. Pero, ¿qué tipo de acción?

Antes que todo, valdría la pena explorar las raíces de participar. Este verbo proviene del latín participāre cuya raíz significa dividir o partir (parti) y tomar (-cip- de capere). La combinación de ambos significados nos conduce a la idea de que participar es tomar o recibir parte de/en algo. En este sentido, quien participa no lo hace en la totalidad sino en pedazos, en trozos de una totalidad que bien puede ser material o inmaterial.

Imagen tomada del álbum "En papel, en tierra y en pared" de José Zaragoza.
Sin embargo, hay otra lectura que debemos hacer de la participación y es la de formar parte del todo. Cuando participamos, no solo lo hacemos en un fragmento de un todo sino que también nos in-corporamos a un todo variable, heterogéneo y amorfo. Participar es, por lo tanto, conformar físicamente y simbólicamente la parte de un todo compuesto de diferencias. El concepto con-formar es fundamental aquí pues no solo se forma parte sino que se le da forma a esa totalidad.

Del movimiento de cuerpos: tomar y formar

La noción más reconocida de participar es aquella entendida en el plano material, en lo que denomino el movimiento de cuerpos. Quien acuda, por ejemplo, a un piquete o a una marcha, participa o toma parte de esa acción. Esa persona no es la marcha sino que es parte de la marcha. Asimismo, la marcha es parte de algo más: un movimiento, un discurso y un reclamo, entre tantas otras posibilidades.

CMI-PR. Asalto Navideño por la UPR. 23 de diciembre de 2010.
Aún dentro de la marcha hay otras formas de participar ninguna siendo, entiendo yo, más importante que la otra. Algun@s personas realizan labores de “seguridad” o “disciplina” y otr@s coordinan la logística. Asimismo, un@s simplemente marchan mientras que otr@s crean pancartas o se disfrazan para llevar un mensaje distintivo o reforzador del común.

Si fuéramos a identificar una constante en estas variadas formas de participar en el plano material sería que no hay una sola manera de tomar y formar parte de/en algo. Además de que el acto material conlleva una producción de significados, de representaciones que apuntan a la presencia de lo inmaterial en “la acción”.

De esta manera, participar sucede también en el plano inmaterial con la producción y comunicación de saberes e ideas. No basta con el movimiento de cuerpos pues de igual importancia es la producción de representaciones. Mas, ¿sólo se producen éstas con el movimiento de cuerpos? Es en el terreno del movimiento de mentes, el espacio de lo inmaterial, donde se generan otras maneras de formar parte de algo. Es allí donde a ese verbo le acompaña el prefijo con- y la territorialidad de lo político (las relaciones de poder) se trans-forma, se trans-grede. En fin, es donde se rebasa el límite de la materialidad de lo político.

Del movimiento de mentes: con-formar

Nuestra conformación como multitud se define, precisamente, por la prevalencia de la comunicación y su rol dentro de la producción inmaterial en la sociedad posfordista. Aquella centralidad que gozaba la producción en una línea de montaje se reemplaza, o bien se complementa o supedita, por la comunicación. Esto tiene sus repercusiones en el terreno de lo político puesto que se abre una nueva dimensión. En una sociedad donde la información y la comunicación se convierten en ejes centrales de la producción capitalista y del poder, para subvertir el orden no basta con mover nuestros cuerpos sino que debemos también mover nuestras mentes y generar ideas/saberes que transformen nuestros espacios.

Debo aclarar, o más bien subrayar, que el movimiento de cuerpos genera saberes e ideas. Esto no está en discusión. Lo que deseo destacar es, no obstante, la necesidad de generar un arsenal de reflexiones, ideas y saberes que transgredan y transformen el status quo. Sobre todo quiero estipular que esta producción inmaterial no se da exclusivamente en el terreno de lo físico. El escribir, debatir con alguien de forma presencial (en persona) y toda la serie de interacciones por Internet son maneras de “participar”.

Ricardo Alcaraz. "Teoría en la calle". 20 de mayo de 2010.

El movimiento de mentes, además de tomar y formar parte de/en algo, es aquel que procura con-formar un fragmento de una totalidad. La columna que usted lee pretende, por ejemplo, transformar la manera en que los activistas sociales entendemos el concepto participar. Me propongo otorgarle una nueva figura o varias al verbo en cuestión. En ese sentido, participar es un proceso, es un producto inacabado que no pretende ser principio ni fin de algo sino parte.

Para participar en el sentido de con-formar no basta con sostener debates presenciales o acudir a espacios físicos (la calle o el pleno). Así sea en la inmaterialidad de la red o en la corporeidad de un pleno, la con-figuración es posible cuando existe la apertura al debate sin el atropello de que “hay prisa”, “si no fuiste no cuentas” o “no es el momento para discutir esto”. ¿Cómo podemos dar forma (participar) si hay una actitud reacia e incluso hostil hacia la reflexión, la crítica y el debate teórico? Peor aún es cuando hay animosidad hacia la(s) diferencia(s). La hostilidad es aún mayor si la reflexión, la crítica y el debate se suscitan en espacios no ortodoxos como las redes sociales y la blogósfera.

No bastan los estribillos como “el tiempo es de acción”, ni apelar a la autoridad de Ernesto “Che” Guevara cuando le dijo a la juventud que no se transformara en “viejos teóricos, o teorizantes”. Es, precisamente, el estribillo cual figura retórica uno de los primeros colapsos de la posibilidad del debate. El estribillo es un aforismo, una “verdad” incuestionable, una autoridad que fija su dominio implacable a quien la enuncia y la escucha.

¿Cómo comprender “participar” en Internet? En las redes sociales como Facebook o en la blogósfera, quien participa no es solamente quien agita su cuerpo más allá de lo que se requiera para mover el cursor o teclear un mensaje. Participa en estos espacios el que publica en su blog, lee una nota, comparte un enlace, cuelga un vídeo o una fotografía, redacta un comentario y lo cuelga a la nota/vídeo/fotografía o el que pincha el dispositivo de “Like”, entre tantas otras posibilidades.

La participación en la red es uno de los ejemplos emblemáticos de la producción inmaterial de la multitud. En una sociedad en la que se privilegia la información, la producción de saberes, ideas y discursos alternos al hegemónico constituye uno de los mayores desafíos y frentes de batalla para la estabilidad del Estado.

In media res: apuntes finales en proceso

Los movimientos sociales se constituyen y se construyen por medio de esa polifonía en fuga de la participación. Sugerir que un solo espacio social, como la calle literal, es el único escenario o el más importante en la transformación de lo político es ignorar y silenciar una multitud de voces. Asimismo, es de gran importancia definir los contextos sociopolíticos para plantear y articular cuáles son los espacios de lo político.

Entre las grandes aportaciones de la pasada huelga en la UPR, aquella Huelga Creativa, está la transformación de la territorialidad de lo político. Aquella huelga se realizó con el movimiento de cuerpos en los portones y el movimiento de mentes en los medios sociales, la prensa alternativa y la performatividad. Es a esa polifonía y autonomía en la acción a la que debemos aspirar.

2 comments:

  1. En ánimo de continuar con la participación, voy a apretar el botón de 'share on facebook. Feliz año.

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  2. Hace tiempo que esto se tenía que decir:

    ¨es de gran importancia definir los contextos sociopolíticos para plantear y articular cuáles son los espacios de lo político.¨

    Sencillamente es una metodología para poner las cosas en contexto, pero algunos han olvidado esto en aras de mantener un mecanismo de protestas demasiado vinculados a la captura de los medios. ¿Será una especie del efecto Tito Kayak? ¿El revivir las protestas de la telefónica?

    Podría ser...

    Felicidades a ti y a tu esposa.

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