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Diego Rodrigo Meléndez Apellániz. "Universidad Sin Paredes: Tribunal Supremo". 14 de enero de 2011. |
Lo he escrito en múltiples ocasiones y lo he comunicado en conversaciones espontáneas por doquier: la cuota es la manifestación de un problema más profundo de participación, deliberación y gobernanza. No basta atender el problema de la cuota sin ocuparnos de las estructuras y cultura política que la han producido.
Cualquier esfuerzo por una reforma universitaria debe surgir y realizarse en el seno de la misma comunidad. La reforma universitaria será autogestionada y participativa o será la expresión máxima del autoritarismo que arropa nuestro país.
Reforma horizontal: desde abajo y hacia los lados
El trabajo por una reforma universitaria debe iniciar con la conformación de una comisión de diálogo. Esta comisión estará compuesta por miembros de cada sector universitario (docente, no-docente, trabajador y estudiantil) quienes serán electos en asambleas/reuniones por facultad. Dicha comisión será responsable de discutir y proponer la estructura de trabajo para la reforma universitaria. Los integrantes de ésta servirán como coordinadores y coordinadoras de los trabajos en cada facultad: realizar las convocatorias, organizar reuniones abiertas semanales, proponer la agenda de trabajo de cada reunión y distribuir los materiales de discusión.
Sería en esas reuniones semanales por facultad que los variados sectores universitarios podrán sostener los debates necesarios para proponer una universidad de consenso. Si bien es cierto que hay asuntos que pueden afectar más a un sector que a otro, el beneficio de unos no debería ser logrado a costas del otro. Es tiempo de escucharnos y aspirar a entendernos desde la más profunda manifestación de la solidaridad y el respeto a la dignidad del otro.
¿Asamblea constituyente para la reforma?
Una vez comenzados los trabajos de discusión y debate en las reuniones por facultad, allí serán electos una variedad de delegados por sector quienes conformarán una asamblea constituyente a nivel del recinto. Estas delegadas y delegados tendrán la responsabilidad de comunicar las ideas, preocupaciones y posiciones de sus respectivas facultades.
Podemos debatir si las decisiones de esta asamblea constituyente se lograrán mediante el consenso o la mayoría de votos, pero, me parece, que en momentos de terribles abismos es imperativo que aspiremos a producir puntos de encuentro más que acuerdos de mayoría.
Los trabajos de la asamblea constituyente, así como las reuniones por facultad, deben llevarse a cabo con la mayor transparencia posible: transmisiones en vivo (online streaming), cuenta en Scribd para la publicación en línea de todos los documentos sometidos a discusión y una página web con un foro (¿www.reformauniversitaria.com?) para que la ciudadanía pueda comunicar sus sugerencias y perspectivas sobre el proceso, etc. Asimismo, las delegadas y los delegados se reunirán de forma periódica en sus facultades para discutir lo trabajado en la asamblea y así abrir el camino para lograr puntos de acuerdo con las demás facultades.
Proyecciones ante la incertidumbre
Reconozco que lo que propongo no se encuentra ausente de limitaciones, asuntos problemáticos y espinosos, así como de ciertos "peligros". Sin embargo, mientras los agentes de la comunidad universitaria minen las posibilidades de generar un encuentro común, el gobierno articulará su imposición arrebatándonos nuestro espacio político (entre varios que tenemos) y la posibilidad de que prevalezca la autonomía y el rigor universitario.
Bueno, había escrito un comentario pero la tecnología me jugó en contra. Espero que no se duplique (o triplique).
ReplyDeleteBásicamente lo que planteaba era mi preocupación ante la propuesta de la autogestión. Pareciera que se está hablando de una reforma intramuros que sólo cuenta con los que ya están adentro (como mencionas: docentes, no-docentes, estudiantes, trabajadores, etc.).
No veo cómo la autogestión es posible en una institución pública.
¿En qué sentido no sería posible la autogestión por parte de la comunidad universitaria? ¿Podrías elaborar tu planteamiento?
ReplyDeleteNo es del todo cierto que la reforma sería exclusivamente intramuros porque se añade un componente abierto en las reuniones por facultad, así como en la participación digital.
Siendo que la Universidad es del Estado (pública), ésta depende de una gestión gubernamental y, por lo tanto, de un proyecto político. Para mantener la Universidad y la investigación y el desarrollo de ambas es necesario un proyecto político que impulse una idea de Estado en el cual se favorezcan las instituciones de educación, salud, trabajo, etc.
ReplyDeleteEs decir, es mediante el voto a quienes representan estos proyectos que toda la comunidad puede participar activamente en la defensa de estas instituciones. Yo (independientemente de si soy o no miembro de la Universidad) voto por quien favorezca estas instituciones.
Si no partimos de este vínculo con lo político los que nos pertenecen a la Universidad quedan excluidos. Pretender incluirlos mediante reuniones abiertas o participación digital es bastante ilusorio. ¿Cuántos miembros de la clase pobre pueden poner en pausa sus jornadas para ir a una reunión de universitarios? ¿Cuántos tienen acceso a internet?
Me parece que nos presentas importantes preguntas sobre las cuales valdría reflexionar. Sin embargo, creo que haces cierta sobresimplificación de lo político a la esfera del Estado obviando las posibilidades de lo político en una escala "menor".
ReplyDeleteSoy consciente de que la invitación a la apertura no es absoluta, pero eso no significa, necesariamente, que no sea viable ni posible la articulación de un proyecto común en la comunidad. Asimismo, concebir a la "clase pobre" como excluida categóricamente de la universidad es de forma similar problemática. ¿No hay gente de la clase pobre adentro? Además, la utilización de la "clase pobre" como categoría rígida de descripción es un tanto problemática. ¿Qué es esa clase pobre? ¿Quiénes la componen? ¿Cómo determinas quién la define? Pero, bueno, creo que eso es otro debate.
No, el Estado es una cosa muy compleja. No lo estoy simplificando. Es más, te diría que a lo que apunto es a una solución a largo plazo (y, por lo tanto compleja).
ReplyDeleteLa defensa de las instituciones públicas tiene que venir de arriba: de un proyecto político que desarrolle industrias, trabajo, economía, salud, educación, etc. Esto no es nada sencillo y es justamente lo que no tiene el país ahora mismo.
Por eso digo que la participación poderosa viene en el voto al cual todos tenemos acceso.
No estoy diciendo que no haya clase pobre en la Universidad, ahí habrías simplificado tú mi argumento. Entonces, llámala como más políticamente correcta te parezca. Los pobres son los excluidos siempre y son los más desprotegidos por el gobierno. ¿Cuál es ese proyecto común en la comunidad? Digo, un proyecto real de inclusión social.
y cuando digo "de arriba" no estoy descartando lo que intuyo estás queriendo decir con "posibilidades de lo político a escala menor". De la comunidad tiene que haber un reclamo y una exigencia para que de arriba haya una oferta o para que surge de cero una alternativa política. Pero, esa alternativa se somete al voto.
ReplyDeleteQuizás la palabra no sea sobresimplificación, me corrijo, Sandra, es una delimitación de lo político a la esfera del Estado e imposibilitar su "existencia" en otras esferas que afecten la esfera del Estado. Las instituciones públicas no existen en una burbuja aislada de otras esferas, de otras dinámicas y otras relaciones de poder afuera del Estado. Su existencia es porosa y habría que reflexionar sobre qué es lo público. Aquí me inspiro por Rubén Ríos Ávila quien dice que lo público es aquello que es de tod@s precisamente porque es de nadie.
ReplyDeletedisculpa, pero eso es una jeringonza seguido de una cita indirecta.
ReplyDeleteMi respuesta es una corrección de mi argumento sobre tu sobresimplificación de lo político.
ReplyDeletesí, pero no se entiende. de todos modos, mi inquietud inicial sigue ahí..más allá de la semántica (¿qué es un pobre? ¿qué es público?) el debate al que llamas al inicio del post es sobre la posiblidad de la reforma autogestionada. así que pregunto, ¿cómo se autogestiona una institución pública y a la misma vez es inclusiva?
ReplyDeleteMe parece que esta última interjección tuya tiene un tono lamentable, un poco de condescendencia. La semántica es algo fundamental cuando pretendemos entendernos, por eso no la doy por sentado.
ReplyDelete¿Los miembros de la comunidad están definidos exclusivamente por su relación con la institución? ¿Es la institución una muralla que separa identidades? Yo no he convocado a la autogestión de la institución sino la autogestión de una comunidad.
Incluso, ¿es la comunidad sinónimo de la institución?
ReplyDeleteLo que pasa es que lo de la semántica es un desvío innecesario. Vamos, sabemos qué es un pobre y qué es público. Condescendiente es ponerse a sacarle punta a la definición de un pobre.
ReplyDeleteY en el segundo párrafo no veo bien a dónde vas. Cuándo dices comunidad, ¿a quién te refieres?
Soy explícito con lo que defino como los componentes de la universidad, de su comunidad: "cada sector universitario (docente, no-docente, trabajador y estudiantil)". Ahora bien, sé que se podría expandir la noción de comunidad universitaria y reconozco la arbitrariedad de los límites que le he asignado. Pero, me parece que los sectores planteados como sectores universitarios son los más proactivos en dicha comunidad.
ReplyDeleteEntonces, si es la comunidad universitaria estamos hablando de la Universidad (que sí es una institución, repito, pública).
ReplyDeleteLo que deduzco que acabas de decir es: "Pero, me parece que los sectores planteados como sectores universitarios son los más proactivos en dicha comunidad [universitaria]". Ahora sí que entiendo menos porque me parece una redundacia sin explicación.
Para mí no es una redundancia porque esa comunidad universitaria tiene otros sectores como: los vendedores de comida ("vegetarianos" en Humanidades, "las muchachas" en Educación, etc), investigadores visitantes, visitantes esporádicos, guardias universitarios, etc. Hay otras subjetividades posibles en esa comunidad que de una forma u otra participan de ella.
ReplyDeleteOk, entendido y de acuerdo. Entonces, ¿cómo se organiza la asamblea para que incluya la comunidad fuera del perímetro universitario? Y, además, ¿qué fuerza política tiene esto?
ReplyDelete¿Cómo los incluirías tú? ¿Cómo harías posible que el proceso tenga fuerza política? La realidad es que no tengo una respuesta a tus preguntas y por ello te propongo que ofrezcas posibilidades.
ReplyDeleteMi propuesta estaba incluida en los comentarios anteriores. Tiene que haber un movimiento político (y podríamos debatir si tiene que estar ligado a algún partido existente) que redefina el Estado tal cual está (porque ahora mismo lo que tenemos es una negación del Estado cortesía de las políticas neoliberales de Fortuño et al). Para mí tiene que haber una solución política que sí incluya a la comunidad pero no sólo en la defensa de la educación, sino en la salud, en planes de retiro, en la creación de industrias, y un largo etc. Esto tendría que pasar por el voto del pueblo y así incluye a todos. Creo que Bolivia o Argentina son buenos ejemplos.
ReplyDeleteEsa sería muy propuesta ...muy simplificada, claro.
Público =propiedad privada del estado.
ReplyDeleteLa Universidad como institución excluye a la "comunidad estudiantil" de la participación y administración directa de las cosas. Aun siendo pública (propiedad del estado) esta queda igualmente subordinada al capital como todas las universidades del país.
La defensa de las instituciones públicas desde mi perspectiva no es más que la fiel expresión de la miseria y la crisis ideológica en la cual vivimos. Si luchamos contra el neoliberalismo defendiendo el estado benefactor igualmente capitalista no estamos haciendo mucho. Además seria luchar contra la corriente literalmente ya que el embate del frente neoliberal es uno internacional. El estado es una corporación capitalista no puede ser otra cosa. Si nuestras propuestas contra el neoliberalismo son el neokeynesianismo o el capitalismo de estado “que Dios nos guarde”.
Por otro lado, me llena de muchas expectativas el proyecto de “reforma estudiantil”. También he escuchado voces aclamando por un “sindicato” de estudiantes que si este en su estructura promete ser plenamente horizontal(a lo anarco-sindicato) podría facilitar procesos de organización y de gestión de proyectos como este.
Me parece necesario que en la administración universitaria haya una representación más fuerte del claustro y del estudiantado.
ReplyDeleteAhora bien, hablar del Estado como una cosa opresora y aplastante es realmente tener gríngolas y desconocer los procesos económicos y políticos que se han dado en Sudamérica en los últimos diez años más o menos (región del continente, dicho sea de paso, en donde ha habido un descenso en la desigualdad social y un desarrollo de políticas sociales sin precedentes)
Ante la crisis neoliberal (y recordemos a Argentina en 2001), se produjo un agrandamiento del Estado y no su achicamiento como en PR. Aquí la única cara visible del Estado es la policía, la represión. Ir a una agencia de gobierno para resolver cualquier asunto es una tortura. Con la Ley 7 (y con todos los demás proyectitos fortuñistas) el EStado se reduce a su mínima expresión. Lo que nos queda es la empresa privada la que, como todos sabemos, no está por la defensa del pueblo.
No sé si tengo gríngolas al afirmar que el estado es una institución criminal que organiza la sociedad de arriba hacia abajo matando todo lo espontaneo y además de todas las buenas intenciones que se tenían al principio por el simple hecho de imponer “el bien” por la fuerza. No sé en qué punto el proyecto neoliberal se deshace del estado cuando es bajo este régimen que se hace más evidente el corporativismo estatal. No sé en qué punto los neoliberales son verdadero anti-estatistas cuando necesitan del estado para proteger su derecho divino a la propiedad jurídica.
ReplyDeleteNo sé en qué punto no entendemos que uno de los problemas que este escrito señala es la falta de participación real de toda la comunidad estudiantil. Para mi entender este y parte de todos los problemas que vivimos son expresión de que algo anda mal. El régimen representativo es uno caduco y de nada le sirve al “pueblo”.
La sociedad debe estar organizada de abajo hacia arriba de la forma más horizontal posible en donde se haga viable la democracia participativa. Debemos hacer valer la libertad positiva ante esa falsedad ciudadanista.
Las gríngolas la tienen aquellos que ven una victoria en aquella Argentina que ¡gritaba! “que se vallan todos” pero que volvió a la triste normalidad porque las gríngolas no le permitían visualizar una sociedad libre sin mafias coercitivas. La ridícula virtud democrática les nublo el juicio.
Luchar contra el neoliberalismo con el fin de expropiar a los capitalistas para ponerle la etiqueta de público a ciertas instituciones no es cambiar nada. Las relaciones de mando/obediencia siguen intactas. Las relaciones comprador/consumidor/asalariado siguen igualmente intactas. El estado sigue siendo el patrono, el capitalista poseedor de todos o parte de los medios de producción que administra la sociedad en favor de los poderosos y en base a una muy dudosa concepción de “progreso”. (Si en base al progreso de la clase dirigente)
No entiendo las dicotomías entre lo público y privado. La UPR nunca ha sido del “pueblo” ha sido siempre propiedad del estado. Sigue siendo una industria en la cual se produce trabajadores valorizados con mentalidad de ciudadanos.
Las gríngolas la tienen aquellos que han negado la historia y que aun siendo testigos de todas las derrotas de los estatistas con “ buena fe” siguen con el mismo viaje de pretender llenar los cargos públicos con pretendidos socialistas para cambiar el mundo.
Han hecho de la política un espectáculo. Una lucha entre jacobinos y neoliberales, dos caras de la misma moneda totalitaria. Las miseria de las interpretaciones en donde los demócratas son "los buenos" y los neoliberales "los malos". Cuando ambos están al servicio del capital y son iguales de fanáticos estatista. Al final ninguno se atreve abandonar aquella mafia, cartel, corporacion que le permite mantener sus privilegios por la fuerza.
los estatistas Nacionalizan/privatizan los recursos necesarios que nos servirían, para como comunidad humana reproducir nuestros medios de subsistencia. Y ademas de ello también pretenden convertirnos o seguir promoviendo que seamos parásitos del estado. Para ustedes somos meras fichas de ajedrez, nos mueven y nos gobiernan a su antojo.
En fin, esa son las gríngolas que tengo. El que rechazo el atractivo de ser gobernante o gobernado.
nacionalizar y privatizar es lo mismo!??!
ReplyDeleteCómo es que en Argentina (ya que hablas del "que se vayan todos") ha habido en los últimos 8 años un descenso en el analfabetismo, la pobreza, la inseguridad y un incremento en la economía, en el empleo, una mejora en los planes de retiro, una ley para eliminar el monopolio en los medios de comunicación....etc....
En Bolivia ese trabajo de base con las comunidades fue esencial y definió el triunfo de Evo. Fue la forma de generar mayoría y crear el proyecto político. Fue accesible a todos porque hubo un trabajo de militancia, de ir casa por casa en zonas marginales o remotas para asegurarse que todos votaran.
Yo lo que no veo es cómo el anarquismo asegura lo básico para el ser humano, aquello que el estado provee: educación, salud.