Sunday, April 3, 2011

Sobre "Kapuściński epistolar"

Shaun Higson. "Talma's grave in Pere Lachaise, Paris, France".

El pasado viernes, 1 de abril de 2011, Ryszard Kapuściński y yo conspiramos para armar un relato sobre el silencio y el sufrimiento ajeno. Llevábamos varios días discutiendo ideas, formas de presentar el asunto y ya era tiempo de ponerlo por escrito. Como él anda ocupado con su silencio, me propuso que escarbara entre sus memorias porque seguramente allí encontraría algo. Así fue como encontré la punzante carta de Anna Schneider amarrada junto a la respuesta que Ryszard le envió.

¿Podría negarle las palabras de frustración a Anna, su oportunidad de volcar sus emociones en una despedida? No. Tenía que escucharla, que tuviera su oportunidad de romper con el silencio que, según ella, Ryszard sumió a las mujeres en sus crónicas. Porque aunque Ryszard piense que "[e]l silencio, después de todo, no es necesariamente malo", éste puede ser también terrible. Anna sabía, por carne propia, que el silencio torna la existencia en un camino sin huellas o que se apodera de los espacios y produce muerte.

Mas, no podía dejar a nuestro periodista polaco sin contestar. Al culminar de leer su respuesta, me dijo que no estaba muy orgulloso de ésta. Que hubiese preferido elaborar más sus silencios, aquellos horribles espacios donde la lengua no da más y la palabra es un exceso. Todavía se pregunta, qué es de la vida de Anna Schneider.

Es así como surgió "Kapuściński epistolar".

1 comment:

  1. Demasiado Borgiano…pero en cierta medida hace justicia. Creo que “el otro” de Ryszard Kapuściński puede ser proteiforme después de todo. Puede ser cualquiera.

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